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de mes y medio de una sobredimensionada alerta mundial por la
gripe porcina luego llamada Influenza A (H1N1),
que movilizó recursos y esfuerzos de los gobiernos y
autoridades sanitarias alrededor del mundo, empiezan a aflorar
los cuestionamientos y a plantearse lecciones aprendidas. |
Escultura de madre e hijo con tapabocas,
en avenida
La Reforma de Ciudad de Méjico.
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El
colombiano Germán Velásquez, director del secretariado
de Salud Pública, Innovación y Propiedad Intelectual
de la Organización Mundial de la Salud (OMS), declaró
a El Tiempo (mayo 21), que tras la gripa A hay intereses
económicos y políticos, que la alarma fue
exagerada y llamó la atención sobre enfermedades
más graves. Explicaba que "estamos ante un fenómeno
en el que hay una serie de intereses: los específicos,
puros y netos de salud pública que debemos defender desde
aquí, pero que se mezclan y a veces se enredan a nivel
global o nacional con intereses que también son comerciales".
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Por
ello aseguró que "estamos hablando de la gallina
de los huevos de oro, la fabricación de medicamentos
o vacunas a volúmenes gigantescos". En cuanto al
papel de los medios, señaló que "la prensa,
que hace un muy buen trabajo, pero primeras páginas con
noticias alarmantes hacen subir las ventas o aumentar la audiencia,
e intereses de tipo político, por ejemplo para ocultar
problemas como la crisis financiera".
Velásquez advirtió además que en
los países en desarrollo hay que hacer un equilibrio
muy complejo entre cuánto se gasta en esta enfermedad
y cuánto en otras como el sida, la malaria o el dengue.
Es un problema ético muy grave y cada país debe
ver cuáles son sus prioridades (
) Un país
que no está cubriendo más que a la mitad de enfermos
de sida debería preguntarse dos veces si va a comprar
medicamentos para una epidemia que no ha llegado (
) Y
no está comprobado clínicamente que el Oseltamivir
(Tamiflú) sea eficaz contra la nueva gripa. Se ha visto
que hay alguna sensibilidad 'in vitro'. Pero la eficacia clínica
no la conocemos todavía. Sabemos que es eficaz para la
gripe estacional, que rebaja los síntomas, que reduce
segregación nasal y estornudos, y así también
se reduce el contagio. En realidad acorta la duración
de la enfermedad entre 8 y 12 horas".
Sobre una eventual producción de vacunas -5 millones
de dosis según OMS-, Velásquez indicó que
"se trata de algo gigantesco que no se ha visto en la historia
del mercado de medicamentos". Insistió en que habría
que preguntarse cuántas vacunas se necesitarían
en realidad y cuántos países tendrán fondos
para comprarlas, además de ser prematuro pensar en vacunar
a la población mundial, pues primero debe observarse
hacia dónde va a mutar el virus y si se hace más
severo o no.
Demandan atención para enfermedades
más letales
Durante la Asamblea anual de la OMS, distintas organizaciones
protestaron por el descuido de enfermedades que causan millones
de muertos al año (malaria, Chagas, dengue, diabetes,
cáncer, enfermedades cardiovasculares), por darle prioridad
al brote de Influenza A (H1N1), cuyo cuadro hasta ahora es predominantemente
leve fuera de Méjico. Más aún, cuando se
califica la Influenza A como bastante benigna y con poco riesgo
de muerte, prevenible y tratable con medidas sencillas de protección,
que eso sí, no deben descuidarse.
También se llamó la atención sobre la poca
importancia que se da a la gripa común, pese a que mata
muchísimas más personas: cada año mueren
en el mundo por complicaciones como neumonías, alrededor
de 600.000 personas: entre 8.000 a 10.000 en Colombia (donde
cada año 15% de la población -6,5 millones de
personas- la contraen).
¿Epidemia mediática?
En la revista Semana (mayo 9), Germán Velásquez
aclaraba que ante la nueva enfermedad de la Influenza A, nunca
en la historia hubo un caso con tantos recursos a la mano, con
posibilidad de crear información epidemiológica,
estadística, médica y científica minuto
a minuto: A pesar del miedo, no estamos en la misma situación
en la que la Gripa Española tomó al mundo (1918).
Destacó la gran capacidad mundial para comunicar y alertar,
más señaló que el farmacólogo Juan
Ramón Laporte, decía que la epidemia iba
a durar el tiempo que los medios de comunicación se interesaran
en ella.
En cuanto a la compra de medicamentos, señaló
que la OMS aprendió de los errores cometidos hace
6 años con la gripa aviar, cuando anunciamos que podría
haber 150 millones de muertos y facilitamos que los países
adquirieran miles de millones de dólares en medicamentos
que hoy están guardados, esperando una epidemia que no
ha llegado.
En general, en el mundo se criticó que los medios se
volvieron locos al principio anunciando y replicando hasta
el cansancio, noticias apocalípticas de la llegada de
la muerte al vecindario, pero con los días cumplieron
un buen papel informando al público sobre la necesidad
de lavarse las manos y aislarse en caso de sentirse afectado.
En Colombia: Circulares y campaña
de prevención
Ante recomendaciones de la OMS y un cálculo inicial
de que la epidemia de Influenza A afectaría a 7 millones
de personas en Colombia en 8 semanas (¿?), el gobierno
adoptó la declaratoria de Situación de Desastre,
como medida preventiva para enfrentar el impacto de una emergencia
por el virus de Influenza A; la declaratoria permitió
tomar medidas como destinación de recursos por $15.000
millones para fortalecer sistemas de vigilancia epidemiológica
y de comunicación, información a la población
y otras medidas.
El 24 de abril, el Ministerio de la Protección Social
expidió la Circular 23 pidiendo intensificar la vigilancia
y el control en el tránsito de personas provenientes
de Méjico, California y Texas (curiosamente, las aerolíneas
entregan encuestas a los pasajeros pero en el aeropuerto no
hay quién las reciba). Y en la Circular 24 pidió
implementar planes locales de prevención y mitigación
de pandemia de influenza. El 30 de abril, en la Circular 26
se pidió la adecuación de la red de prestación
de servicios de salud para el manejo de enfermedades respiratorias
similares a la Influenza; y en la Circular 27 se llamó
a activar los planes hospitalarios de emergencia y declaratoria
de alerta verde. La Circular 30 hizo las definiciones de caso
por la vigilancia en salud pública de la Influenza A;
la Circular 31 determinó medidas generales de prevención
y mitigación de la epidemia; la Circular 05 de la Aeronáutica
Civil fijó las condiciones de transporte vía aérea
de muestras de pacientes sospechosos de portar el virus A (H1N1);
y la Circular 10002.49109 del Ministerio del Medio Ambiente,
determinó medidas preventivas anti-pandemia.
Igualmente, el Ministerio de la Protección Social difundió
por medios masivos algunos mensajes de prevención, invitó
a bajar de Internet una cartilla con medidas de prevención
e invitó a imprimirla y difundirla entre la población,
abrió la línea gratuita nacional 01 8000 11 17
58 y en Bogotá el teléfono 587 90 30 para consulta
de dudas sobre el virus AH1N1; también se nombró
a José Fernando Cardona como vocero oficial para centralizar
la información oficial sobre medidas para enfrentar la
enfermedad en el país.
Polémica por antivirales comprados
Asimismo, el Ministerio de la Protección Social
amplió la solicitud a Productos Roche por 200.000 unidades
del medicamento Tamiflu, aumentando así a 400.000 los
tratamientos que llegarán al país. Por ser tema
de interés en salud pública, Roche mantuvo el
precio preferencial definido a nivel global con la OMS para
venta a entes gubernamentales. Además, se anunció
que se disminuirían de 10% a cero los aranceles para
Fluvir, Tamiflu y Oseltamivir, y bajaría de 20% a cero
el arancel para importar tapabocas.
En respuesta a un derecho de petición del presidente
del Colegio Médico de Cundinamarca, Sergio Robledo, el
Ministerio de la Protección Social informó que
en 2007 adquirió 26.083 tratamientos de Tamiflu a precio
unitario de Col$. 38.400 (IVA incluido); el 30 de abril de 2009
adquirió 400.000 tratamientos al mismo precio; y que
el Ministerio no hizo reserva para compra del medicamento Relenza
y no compró más medicamentos.
Por su parte, Observamed planteó las siguientes reflexiones:
El valor invertido en la compra de 400.000 unidades de Tamiflu
equivale prácticamente a toda la apropiación presupuestal
basada en la declaratoria de "desastre nacional";
para enfrentar la influenza aviar, en 2007 se adquirieron 26.083
unidades de Tamiflu por valor estimado de Col$ 1.000.000.000.-
(Col$ 38.400 la unidad). En abril de 2009 para enfrentar la
Influenza A (H1N1) se adquirieron 400.000 unidades del mismo
producto al mismo precio unitario, por lo que el monto de la
negociación superó los Col$ 15.000.000.000, es
decir, equivale a toda la apropiación presupuestal hecha
con base en la declaratoria de desastre nacional.
También señala Observamed que a 3 semanas de la
declaratoria de "desastre nacional", no se cumplieron
las predicciones maximalistas de propagación de la enfermedad:
no se había reportado ninguna muerte ni había
siquiera un caso confirmado. Además, que las 400.000
unidades de Tamiflu no tendrán que ser utilizadas y que
en 5 años estarán vencidas: Hoy, los hechos
plantean un escenario muy diferente: La gravedad de la epidemia
no era tal y la suficiencia presupuestal, tampoco. Por lo tanto,
comienzan a circular inquietudes sobre cuán 'cerebral'
fue esta compra, cuando ya existían dudas de expertos
reconocidos, sobre la gravedad de la amenaza y la real utilidad
del medicamento. Vale anotar que Germán Velásquez
al ser consultado por Semana sobre si Colombia hacía
hecho un mal negocio por la compra masiva de antiviral, respondió
que es mejor negocio comprar el ingrediente activo, que
tiene una validez de 10 años o más.
El riesgo jamás termina
Aparte de la mutabilidad intrínseca de los virus
de influenza, si éste sigue propagándose hay otros
factores que podrían modificar de forma totalmente imprevisible
la gravedad de la enfermedad observada. Los científicos
están preocupados por posibles cambios que puedan tener
lugar cuando el virus se propague por el hemisferio austral
y se encuentre con virus humanos circulantes, dado que en este
hemisferio empieza ahora la estación gripal. Por eso,
como concluía Germán Velásquez ante de
la pregunta de qué va a pasar: No se sabe. Se ha
dicho que el virus tiene una capacidad de mutación muy
alta y rápida que abre dos escenarios: que se vuelva
una pandemia, o que se debilite y desaparezca |
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Expansión del contagio
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Hasta
el pasado 29 de mayo, la Organización Mundial de la Salud
-OMS- reportaba un total de 15.871 casos confirmados en 53 países
del mundo, incluidas 113 defunciones, con el nuevo virus de
Influenza A (H1N1). Y en Colombia, hasta el pasado 29 de mayo
se registraban 940 alertas de posibles sintomáticos con
antecedentes de viaje a áreas afectadas o de contacto
con casos, distribuidas de la siguiente manera: 169 casos sospechosos,
5 casos probables, 17 casos confirmados y 749 casos descartados
(602 de éstos por laboratorio y 147 no cumplen definición
de caso).
La fecha de inicio de los síntomas del primer caso confirmado
de la inicialmente llamada gripe porcina fue el
28 de marzo en Estados Unidos. El 21 de abril, los Centros para
el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) en Atlanta
(EU), confirman 2 casos en California, 3 más al día
siguiente y otros 2 en Texas un día después. Se
reporta brote en Méjico y las autoridades decretan nivel
de alerta en rojo. El 25 de abril, la directora de la OMS, Margareth
Chan, denomina al problema de la influenza una emergencia
de salud pública de interés internacional
y en Méjico se suspenden las clases en todos los niveles
educativos. El 26 de abril, la OMS eleva el nivel de alerta
por pandemia a nivel 4 al haber una transmisión confirmada
de humano a humano capaz de causar brotes a nivel comunitario.
La fase 4 indica un significativo incremento en el riesgo de
pandemia. El 28 de abril, 7 países reportan casos
confirmados: Estados Unidos, Méjico, Canadá, Nueva
Zelanda, Inglaterra, Israel y España. El 29 de abril
la OMS eleva el nivel de alerta por pandemia a la fase 5, una
fuerte señal de que una pandemia es inminente y
dijo que dejaría de usar el término ''gripe porcina''
para evitar confusiones acerca del peligro que significaban
los cerdos: el nuevo término es influenza A (H1N1). El
4 de mayo el gobierno mejicano informa que tiende a disminuir
la aparición de más personas contagiadas; el 11
de mayo, más de 20 millones de niños regresan
a clases y el 21 de mayo se bajó al mínimo el
nivel de alerta luego de que no se presentaran nuevos casos
en una semana.
En la Asamblea de la OMS (mayo 20) el organismo reportó
10.243 casos en 41 países y 80 fallecimientos, pero explicó
que necesitaba tiempo para determinar el paso al
nivel de alerta 6, que significaría anunciar la primera
gran pandemia del siglo XXI. En esa fecha, Méjico, Estados
Unidos y Canadá constituían la región del
mundo más afectada, seguida de Japón; pero al
no tener pruebas de que el foco japonés fuera un foco
autónomo de transmisión entre humanos, no se podría
activar la sexta y última fase del nivel de alerta.
Y mientras la Influenza A se extiende por el mundo, Gran Bretaña,
Japón y otros países pidieron a la OMS que cambie
la forma en la declara una pandemia, alegando que se debe considerar
cuán letal es el virus, no la rapidez con que se disemina.
El actual sistema de OMS se concentra en la diseminación
de una enfermedad, no en su gravedad. Algunos países
miembros no quieren que OMS declare una pandemia, pues las consecuencias
pueden ser muy costosas y traerían consecuencias graves
a nivel político. |
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