MEDELLÍN,   COLOMBIA,   SURAMÉRICA    AÑO 12    No. 149  FEBRERO DEL AÑO 2011    ISSN 0124-4388      elpulso@elhospital.org.co






 

 


En el Hospital Universitario
de San Vicente Fundación
Asistencia integral
e investigación en el
Programa de Toxicología
Lady Maribel González Román - Periodista - elpulso@elhospital.org.co

El Programa de Toxicología del Hospital Universitario de San Vicente Fundación es un programa transversal y de apoyo a otros servicios con los que cuenta el Hospital, como el Programa de Adicciones, la Clínica de Tabaquismo y el Programa de Epidemiología. Este programa combina elementos asistenciales, docentes, de índole investigativo, y de divulgación y sensibilización con una gran producción de artículos especializados.
Este servicio funciona desde los años 70 y se presentó como una alternativa para el tratamiento de la farmacodependencia, fue uno de los primeros en el país y de una trascendencia histórica muy importante, porque lleva más de 25 años brindando una atención integral a sus pacientes.
La Toxicología es una especialidad que permite tratar y manejar complicaciones de pacientes adictos, de pacientes que llegan agudamente intoxicados al servicio de Urgencias del Hospital, como son aquellos que tienen una psicosis por marihuana, o un infarto por cocaína o por sobredosis de heroína. Estos pacientes son atendidos por toxicología, pero no solo se intervienen sino que se derivan y se hacen las gestiones para que a través de las EPS puedan ser direccionados al Programa de Adicciones del Hospital o a otras instituciones donde puedan ser tratados u hospitalizados.
En el último Estudio Nacional de Salud Mental del Ministerio de la Protección Social, el cual se llevó a cabo entre la población urbana de 18 a 65 años, se informó que el 94,0% de los entrevistados ha consumido bebidas alcohólicas; el 48,1%, cigarrillo; el 12,7%, medicamentos no formulados; el 10,8%, marihuana y el 4,0%, cocaína.
De las múltiples ventajas del Programa de Toxicología, se resaltan la atención a graves intoxicaciones en el servicio de urgencias y las inter-consultas a pacientes con complicaciones derivadas de interacciones con medicamentos adversos o que sufren de una toxicomanía; todos los pacientes se intervienen, se evalúan y se gestiona su ingreso a un tratamiento específico, según el caso.
Asistencia, docencia e investigación
El Programa de Toxicología es un servicio integral, porque combina diversos elementos además de los asistenciales: participa activamente en procesos investigativos en el campo de la Toxicología; es un centro de docencia para formación de especialistas y de estudiantes en pregrado y posgrado en el tratamiento de pacientes intoxicados; tiene una gran producción bibliográfica, con elaboración de artículos y participación en congresos nacionales e internacionales para compartir conocimientos; apoya la labor social de divulgación sobre los peligros de las diversas sustancias tóxicas, con actividades de extensión; y tiene gran experiencia en la atención de la fármaco-dependencia.
Incluso, en la Unidad de Investigaciones del Hospital Universitario de San Vicente Fundación y en el Comité de Ética, participa un toxicólogo en la realización de estudios y de propuestas investigativas tanto del Hospital como de la Universidad de Antioquia.
Toxicomanías: epidemia en aumento
En los últimos años, en los servicios de urgencias y de consulta externa del Hospital Universitario se evidencia el incremento tanto del número de consumidores, así como de las sustancias tóxicas. Por ello, desde el Programa de Toxicología del Hospital se lanza la alerta sobre el consumo de sustancias como la marihuana, la cocaína, algunos medicamentos y diferentes plantas o productos naturistas (que según la creencia popular no producen ningún tipo de contraindicaciones por ser de origen natural).
“La marihuana no causa daño”: todo un mito
Según explica el doctor Ubier Gómez Calzada, toxicólogo del Hospital, “se aprecia tanto en la Consulta externa de Toxicología como en la consulta por fármaco-dependencia, un aumento significativo del consumo de marihuana. Los jóvenes y en general los consumidores, asumen que por ser una sustancia de origen natural no puede ser tóxica y piensan que puede resultar más tóxico un cigarrillo, cuando la realidad científica muestra que produce grandes efectos deletéreos (tóxicos) en el ámbito cognitivo y conductual. Los daños que anteriormente producía su consumo en 10 años, hoy se ven en sólo 3, debido a que la marihuana cultivada hidropónicamente tiene un porcentaje mayor del 20% de cannabinol, su principio activo. Una concentración tan alta lleva a que el cannabinol se concentre en el cerebro, en la grasa corporal, en los testículos y ovarios, y un sólo consumo se elimina durante un mes: en ese tiempo, el cerebro queda expuesto a los elementos tóxicos que dañan las neuronas y que explican los problemas psiquiátricos posteriores”.
Agrega el doctor Gómez, que mientras más tempranamente se inicie el consumo de marihuana, hay más riesgo de sufrir depresiones de difícil manejo o de poca respuesta a medicamentos; también se encontró una asociación importante entre esquizofrenia y consumo de marihuana. La atención a pacientes con crisis de pánico por consumos tempranos de marihuana, demuestran su gran toxicidad sobre el sistema nervioso central: por ello preocupa que gran cantidad de jóvenes deterioren su estado mental y cognitivo por consumo de marihuana, pues hay disminución importante en rendimiento académico y afectación de las áreas laborales y de las relaciones afectivas.

“El aumento del consumo de marihuana
y heroína son dos de los principales problemas
que tenemos que enfrentar: hay que desarrollar
políticas de salud claras, de educación, de orientación,
de tratamiento y rehabilitación en todos estos
pacientes, porque si no, las consecuencias
van a ser inconmensurables”.
Dr. Ubier Gómez.
Al contrario del programa de tratamiento ambulatorio de adicciones, en el servicio de Urgencias del Hospital no se atienden muchas intoxicaciones con marihuana, porque no desencadena complicaciones agudas importantes a excepción de cuando se consumen en el mes de diciembre en tortas o sancochos, que producen cuadros de psicosis exotóxica -tipo de locura generada por sobredosis por vía oral-.
Consumo de heroína: epidemia de alto costo social
La adicción a la heroína también crece significativamente. Según el doctor Gómez, “hace 10 años veíamos un paciente al año adicto a la heroína y en 2010 fueron 40 en Consulta externa, lo cual demuestra una verdadera epidemia con un alto costo social al que no se le da la suficiente importancia, porque es la droga más adictiva y peligrosa de las drogas ilegales; bajo cualquier régimen de tratamiento, sólo se recupera uno de cada 10 pacientes, pues el 90% seguirá consumiendo y para procurarse esta sustancia que es costosa ($40.000 el gramo), se dedican a vender la misma heroína, a prostituirse, al robo o a la combinación de todos los anteriores. Las personas pierden cualquier referencia en valores, familia, trabajo, academia, y sufren un proceso de deterioro físico y mental muy acelerado”.
Explica el toxicólogo, que los pacientes son víctimas no sólo de esa disfunción social, sino también de la potencialidad de adquirir y transmitir enfermedades como VIH, hepatitis B o C, que se adquieren con el intercambio de jeringas (la mayoría comienza inhalando pero pronto empiezan a inyectarse, y bajo el efecto de la sustancia no se miden precauciones y consecuencias de la conducta).
Atención a fármacodependencia
El doctor Ubier Gómez afirma que ante la epidemia de fármacodependencia, el Hospital es una de las pocas instituciones que cuenta con un grupo multidisciplinario conformado por toxicólogo, psiquiatra y psicólogo entrenados en adicciones, terapista ocupacional y por la especialidad que requiera el paciente, cuando se le encuentra una enfermedad de base estructural: neumólogos para atender lesiones pulmonares por consumo de sustancias, otorrino-laringólogos para lesiones en fosas nasales o tabiques perforados. Con este grupo se brinda un abordaje integral a los pacientes fármaco-dependientes y terapia de familia, pues cuando hay un adicto en la familia hay una grave disfunción.
En el Programa de Toxicología también se atienden pacientes con fármacodependencia a medicamentos prescritos, como algunos empleados para el tratamiento del insomnio. Y por Consulta externa se evalúan pacientes poli-medicados para observar interacciones, posibles riesgos, optimizar la toma de medicamentos y tratar de que el paciente consuma el menor número posible. Advierte el doctor Gómez, que existe una infortunada creencia cultural de que para cada dolencia hay que tomar una medicina, ignorando que un medicamento es un veneno en una dosis pequeña, que si se toma adecuadamente alivia, pero si no se consume con precaución, puede generar más daño que beneficio.
Intoxicación por inhalantes
Otra adicción preocupante es el aumento del consumo de inhalantes o los llamados “poppers”. Son de venta libre y su consumo puede desencadenar disminución de la oxigenación con hipotensión; y si los “poppers” se combinan con potenciadores sexuales tipo sildenafil, puede producir una hipotensión ortostática, con shock y muerte.
Intoxicaciones más frecuentes por edades
El toxicólogo Ubier Gómez señala que se observan consumos tempranos de marihuana y heroína desde los 14 años y hasta los 40 años en promedio, afectando población en formación y en edad laboral productiva, lo que agrava la dimensión del problema porque son poblaciones muy importantes en la sociedad.
En relación con los productos herbales, se debe tener presente que si se utilizan de manera inadecuada, pueden afectar el organismo gravemente y provocar incluso la muerte, en especial en niños. Esto sucede por desconocimiento de los padres sobre las sustancias tóxicas presentes en las plantas, como sucede en el caso de la administración de paico (chenopodium ambrosioides) para expulsar lombrices intestinales.
Por otra parte, las intoxicaciones que genera el cigarrillo cubren una amplia gama de población y generan 20.000 muertes anuales en Colombia, directa o indirectamente relacionadas con ésta enfermedad, porque se empieza a fumar a edades tempranas (se han atendido pacientes de 7 años) y hay personas de edades avanzadas que mueren fumando, como consecuencia de las complicaciones derivadas de la utilización del cigarrillo toda su vida. Por último, no se debe olvidar que el alcoholismo afecta hasta al 10% de la población, constituyendo un problema grave e importante, que aflige sobre todo a las personas en edad laboral.
 
Intoxicaciones
con productos naturales
Con productos para bajar de peso: Explica el toxicólogo Ubier Gómez, que existe cierta obsesión de un grupo de población por bajar de peso; y aunque las dos principales medidas para lograrlo son la dieta y el ejercicio, las personas delegan esas responsabilidades en productos “milagrosos”. Al no cambiar sus hábitos alimentarios y no hacer un programa regular de ejercicio, el consumo de esos productos no da resultados perdurables.
El toxicólogo advierte que pueden conseguirse productos no registrados en el Invima, de venta ilegal en tiendas vegetarianas, San Andresitos y tiendas similares, que sirven para bajar de peso, pero que contienen sustancias no identificadas, que no corresponden a lo informado en la etiqueta: “Algunas personas han tenido efectos tóxicos en el hígado: acá en Medellín se tuvo que hacer un trasplante de hígado a una paciente porque tomaba una especie de té verde para bajar de peso, y no para todo el mundo el té verde le es favorable; hay personas a quienes puede desarrollarle una hepatitis y en otras favorecer el desarrollo de cálculos renales por oxalato”.
Señaló además, que la inyección de sustancias para bajar de peso como alcachofa, lecitina y sustancias similares no tienen registro Invima, y no son aprobadas con esa indicación: entran de contrabando al país, no son producidas con técnicas que garanticen su inocuidad y por eso en Medellín hubo personas infectadas, sobre todo por mico-bacterias similares a las de tuberculosis, que requirieron tratamientos prolongados con antibióticos para tuberculosis cutáneas muy resistentes. Estas sustancias ponen en peligro la vida y no hay evidencia científica que demuestre que bajan de peso.
Con hierbas y bebidas medicinales: En el Hospital se han atendido especialmente niños víctimas de la administración de remedios herbales por la familia, que pueden causarles intoxicaciones graves. Por ejemplo: a niños con fiebre se les suministra con frecuencia flores de saúco, pero cuando se les dan partes diferentes de la planta como la corteza y las semillas, estas contienen cianuro en cantidad suficiente para matarlos. También las semillas del durazno, ciruelas, manzanas, uvas, melón, sandía y la misma yuca, contienen cianuro, y si una persona toma semillas pulverizadas o consume yuca parcialmente cocinada, podría presentar toxicidad importante
 
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