Luego
de que los republicanos revocaran en la Cámara de Representantes
de Estados Unidos la reforma del sistema de salud aprobada en
2010, el presidente Obama reiteró que su reforma es una
parte importante de los esfuerzos para reducir el déficit
presupuestario e insistió en que no va volverá
a luchar la batalla para aprobarla.
Aunque los republicanos prometieron derogar o sustituir la ley
de salud, Obama reafirmó que los cambios son necesarios
para controlar el costo de programas de seguros del gobierno
(Medicare y Medicaid), que causan una gran parte del déficit
presupuestario.
Los demócratas controlan el Senado y no apoyarán
la derogación, pero los republicanos siguen solicitando
sustituir la ley "rama a rama" con otras medidas para
disminuir los crecientes costos. Obama está abierto a
cambios en la ley, pero aclaró que no volverá
a luchar otra batalla de dos años para lograr su aprobación.
La reforma a la salud es una de las principales victorias legislativas
de Obama y supone la mayor transformación del sistema
de salud desde los años 60's. Para los demócratas,
revocarla es moral y fiscalmente irresponsable, porque da marcha
atrás a una medida que amplía cobertura médica,
reduce costos de salud y provee incentivos fiscales a negocios
que proveen ese beneficio a los trabajadores. |