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| Las
intervenciones son procesos indeseables, la gente no los quiere;
son terribles porque mandar un interventor es mandarlo a la
guerra: enfrenta a la junta directiva que le quitan el mando,
a la clase política beneficiaria de esas entidades durante
mucho tiempo, a los intereses alrededor de las mismas, y se
crean atmósferas de confrontación. Las entidades
no se intervienen porque sí: se intervienen porque tienen
problemas supremamente graves que no son fáciles de solucionar.
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| La Ley 1438 previó
una herramienta para mejorar las intervenciones en las IPS,
el Fonsaet; para las EPS no existe esa herramienta, ni hay manera
de que sus deudas sean cubiertas con recursos públicos,
aunque eso se discutió en el trámite de la Ley
1438, pero no prosperó. Infortunadamente la deuda de
17 años no se solucionará de la noche a la mañana,
y no podemos pasar de agache ni a la carrera, sino que toca
solucionar poco a poco cada problema. Las EPS que no sean viables,
que no puedan salir adelante, se liquidarán. |
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Ya se
retiraron 7 cajas de compensación, hay otras EPS en proceso
de liquidación y el proceso seguirá; la Superintendencia
debe analizar si hay posibilidad de rescate de esas entidades,
pero si no la hay no se puede obstinar en mantenerlas, sino
que tiene que proceder a liquidarlas.
Así se pronunció el superintendente de salud,
doctor Conrado Gómez, frente al debate sobre intervenciones
y liquidaciones de entidades del sector. Respecto de las EPS
indicó que hay algunas en muy mala situación,
intervenidas porque encontraron hallazgos supremamente delicados,
unos en materia penal y pendientes de Fiscalía, otros
fiscales remitidos a Contraloría, y otros administrativos;
por ello aclaró que las intervenciones obedecen a razones
muy diferentes en cada caso y no se puede generalizar.
Reclamó que para enfrentar esta problemática tan
delicada, es necesario resolver problemas estructurales que
no son competencia de Supersalud, porque las condiciones de
inviabilidad de muchas entidades no obedecen sólo a factores
internos de mala administración, sino que también
hay factores estructurales importantes como: deudas de hace
17 años alrededor de $1.5 billones sin liquidar, incumplimiento
del esfuerzo propio en la financiación del subsidiado
y el problema de recobros. Igual debe considerarse el pobre
desarrollo actuarial: La gestión de muchas empresas
sin verdadera nota técnica, haciendo contrataciones fuera
de cualquier viabilidad a largo plazo, del sistema y de ellas
mismas. Hay quienes quieren cerrar los ojos a esos problemas
y precipitar que se liquide el sistema sin resolverlos. Como
Superintendente no puedo actuar irresponsablemente, tengo la
obligación de buscar hasta el último momento la
solución, y eso estamos haciendo.
También fue enfático en afirmar que el gobierno
no paga ni cubre deudas de particulares: El gobierno no
va a cubrir ninguna deuda de una EPS privada, no lo ha hecho
y no lo hará; en ningún momento el gobierno ha
puesto recursos para sanear EPS privadas. Y afirmó
que se necesita claridad sobre el modelo y el sistema, para
generar confianza jurídica y transparencia: Llamo
a la sensatez, a revisar las cosas calmadamente. Pongo como
ejemplo el incumplimiento del pago de contratos por 17 años,
que hay que liquidar. Este proceso hay que sanearlo de alguna
manera, no se puede quedar abierto, porque un proceso desesperado,
desbordado y descontrolado de liquidaciones, sería gravísimo
para todo el sistema de salud, especialmente para los prestadores.
Hay que buscar una solución con equilibrio, no una solución
donde uno de los actores se consuma. |
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