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En el
año 2002, la Organización Mundial de la Salud
y UNICEF, aprobaron la Estrategia Mundial para la Alimentación
del Lactante y Niño Pequeño, que invita
a los gobiernos, los sistemas de salud y demás sectores
de la sociedad, a promover y apoyar la lactancia materna exclusiva
durante los primeros 6 meses de vida y la lactancia continuada
hasta los dos años y más, proveyendo a las mujeres
el apoyo que necesitan -en la familia, la comunidad y lugares
de trabajo-.
Fundada en 1979, la Red Internacional de Grupos Pro Alimentación
Infantil -IBFAN- (International Baby Food Action Network) tiene
grupos de interés público que trabajan alrededor
del mundo para reducir la morbi-mortalidad infanto-juvenil.
IBFAN trabaja para mejorar la salud y bienestar de bebés
y niños jóvenes, sus madres y familias a través
de la protección, promoción y apoyo al amamantar
y las prácticas óptimas de alimentación
infantil, mediante la aplicación del Código Internacional
de Comercialización de Sucedáneos de la Leche
Materna, adoptado en la Asamblea Mundial de la Salud de 1981.
IBFAN trabaja mediante alianzas con grupos entre los que se
destaca la Alianza Mundial Pro Lactancia Materna (WABA) fundada
en 1991 para apoyar a Unicef y a los gobiernos.
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Una de las estrategias adoptadas para promover la lactancia
materna, fue la realización cada año de la Semana
Mundial de la Lactancia Materna, que este año se realizará
del 1al 7 de agosto, con el lema: Seguridad, satisfacción,
sonrisas
La mayoría de bebés no son exclusivamente amamantados/as.
Mundialmente, en promedio, solo 39% reciben lactancia materna
exclusiva, aún durante los primeros 4 meses de vida.
Para promover la regla de oro ¡Las madres pueden
lograrlo con ayuda y apoyo!, se necesita que las autoridades
incluyan políticas que cumplan con la Estrategia Mundial
y que apoyen la lactancia materna exclusiva; que los sistemas
de salud implementen la Iniciativa Hospitales Amigos de la
Niñez y asegurar que las madres reciban consejería
sobre lactancia, antes, durante y después del parto;
que la comunidad, laboral y familiar, comprendan la lactancia
materna exclusiva y sepan cómo apoyar a las madres
para practicarla exitosamente; y que otras madres ofrezcan
apoyo madre a madre, porque juntas, las madres pueden cambiar
las actitudes de las comunidades.
Énfasis 2004
María Esperanza Ossa Botero, Jefe de Nutrición
del Hospital Universitario San Vicente de Paúl, señala
que este año se procurará mostrar como el vínculo
de afecto que se da entre el niño amamantado y su madre
durante la lactancia, evitará a largo y mediano plazo
que haya violencia dentro de esa familia, porque ese vínculo
afectivo es tan grande, que lo más seguro es que nunca
exista un trato violento para ese niño. Es promover
que se forme una cultura de paz, al evitar maltratos futuros
para ese niño que es amamantado.
Desde el año pasado se promueve también el trabajo
con la madre gestante, porque la atención debe ser
integral desde esa madre que empieza a gestar a su bebé.
Buenos resultados en Antioquia
La Gobernación de Antioquia apoya la lactancia materna
dentro de su programa alimentario Maná, promoviendo
la forma básica inicial para comenzar a trabajar como
institución IAMI (Instituciones Amigas de la Mujer
y la Infancia). Luego, cada una trabajará en la definición
de la política, del Comité de Lactancia y la
capacitación del personal requerido para apoyar directamente
a la mamá, que es básicamente el de enfermería;
además, conseguirá grupos de apoyo que apoyen
el programa en cada institución.
También funciona el Grupo de Alimentación Materna
de Antioquia, AMA, conformado en 1990. Cada vez trata de vincular
más instituciones que empiecen a trabajar con la iniciativa
IAMI, que pretende lograr el compromiso institucional con
la lactancia materna.
Aunque hay muchas instituciones listas para obtener la certificación
IAMI, la dificultad está en que en Colombia solo hay
4 o 5 personas capacitadas como evaluadores externos, y casi
todas están en Bogotá; en Medellín solo
está la doctora Adriana Arango. Este año estaba
programada una capacitación para un grupo grande de
personas que podrían convertirse en evaluadores externos
y adelantar la certificación de algunas instituciones.
Esto no ha sido posible porque falta financiación,
la cual debe ser aportada por las entidades de salud de cada
departamento. Dice la doctora Esperanza Ossa: la dificultad
está en que ellas se la 'chutan' a la Nación
o al municipio, entonces finalmente nadie responde por eso,
y es una falla muy grande porque las instituciones hacemos
el esfuerzo, estamos listas para certificarnos, pero no tenemos
la evaluación.
Ante la OMS y la Red IBFAN, máximos promotores de la
certificación de instituciones IAMI, es importante
mostrar esa certificación porque asegura su apoyo a
trabajos especiales con la infancia, los niños, las
mamás y otros grupos de apoyo.
En el Hospital Universitario San Vicente de Paúl, en
Medellín, se trabaja el programa de apoyo a la lactancia
materna desde el año 2000, luego de ser aprobado por
las directivas y de obtener su apoyo para capacitación
del personal. Desde entonces se difunde y promueve la lactancia
materna entre los diferentes grupos del personal asistencial
y de pacientes, para conseguir que cada persona en el Hospital,
desde su lugar de trabajo, apoye a la madre lactante y gestante
o las remita a personas que le brinden más apoyo.
En Bogotá se trabaja mucho la lactancia materna, tiene
varios hospitales certificados y hay pro-yección a
todo el departamento de Cundinamarca. Al parecer, donde menos
se promueve y se practica la lactancia materna es en la costa
norte colombiana, paradójicamente la zona que más
necesitaría trabajar con esa estrategia en el país,
dado su alto grado de pobreza y desnutrición.
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