MEDELLÍN,   COLOMBIA,   SURAMÉRICA    AÑO 5    NO 49   OCTUBRE DEL AÑO 2002    ISSN 0124-4388      elpulso@elhospital.org.co






 

 


Medicamentos,
patentes y un decreto

“Business are Business": Departamento de Estado de los E.U.
Carlos Mauricio Montoya Quiroz Periodista, Medellín
El pasado 19 de septiembre, finalizó un año de negociaciones entre las intereses comerciales -dictados- por el Departamento de Estado de los Estados Unidos y el gobierno nacional colombiano, en materia de medicamentos. La negociación fue brutal. Al final, no se pudo evitar el decreto y su contenido es, en consideración de expertos y dadas las fuertes presiones externas, un texto decreto sumamente razonable.
En un foro organizado por la Universidad Nacional en Bogotá el pasado 24 de julio, que se tituló "Propiedad intelectual, acuerdos internacionales y acceso a los medicamentos", Kevin Atkins, británico de la Fundación OXFAM International, advertía a los asistentes que había que lograr, a toda costa, que las decisiones importantes de los países, como éstas de salud pública, fueran difundidas en y por toda la opinión pública, pues la costumbre de los Estados potencia era utilizar toda su injerencia para lograr acuerdos en recintos cerrados, firmados por tres o cuatro personas, todos ellos ilustrados técnicos, para no dar lugar a discusiones.
El gobierno nacional colombiano, el pasado mes reafirmó una vez más su compromiso para entrar en el ATPA (Tratado de Preferencias Comerciales Andinas), con las asociaciones representadas por las multinacionales de la industria farmacéutica mundial (E.U.). Eso sin referirnos a la dura Reforma Tributaria que también se le endilgó en el mismo día al pueblo colombiano, sumido en una deuda externa de un 49% y con una insuficiencia alimentaria que en definitiva termina golpeando la salud de sus connacionales. "La situación no es nada buena, se hizo una reforma de carácter estructural, duele pero había que hacerlo", señaló Mauricio Aranguren, director de la Dian. "Por eso hubo que gravar hasta el arroz", como tituló el periódico El Tiempo en su edición del viernes 20 septiembre. Con estas dos perlas, el ejecutivo dio a los colombianos dos golpes que mal que bien tendrán que soportar por tiempo indefinido.
El final de una negociación de un año
El nuevo decreto 2085 de 2002, reglamenta todos los aspectos relacionados con la información suministrada para obtener registro sanitario en medicamentos. La medida adoptada por el gobierno, protege en el territorio nacional el uso de información no divulgada de nuevas entidades químicas, así: "...3 años contados a partir de la aprobación de la comercialización en Colombia para aquellas solicitudes presentadas durante el primer año de vigencia del presente decreto, 4 años a partir de la comercialización en Colombia, para las solicitudes presentadas durante el segundo año de vigencia de este decreto y 5 años contados a partir de la aprobación de la comercialización en Colombia, para aquellas solicitudes presentadas a partir del tercer año de vigencia del presente decreto".
Según Juan Luis Londoño de la Cuesta, Ministro de Salud y Encargado de Trabajo, "lo que estamos haciendo es proteger una información que supone un esfuerzo considerable desde el punto de vista económico para los productores de esos medicamentos, además de que la medida no es retroactiva".
Alberto Bravo Borda, presidente de la Asociación de Industrias Farmacéuticas Colombianas, Asinfar, celebró oficialmente, antes de viajar a Uruguay, que se haya tenido en cuenta la decisión de "no establecer una protección retroactiva, con lo que prácticamente se le habría otorgado un monopolio a la industria farmacéutica internacional, lo que pone en evidencia el compromiso del gobierno con la salud pública, además de no haber incluido como nuevas entidades químicas los nuevos usos o segundos usos, en el aparte de las excepciones". El organismo no expresa pues su misma consideración para la protección otorgada a las nuevas entidades químicas superiores a tres años.
Como lo señalara la revista Semana en la edición de junio 21 de 2002, en el artículo Nuevo round. Una movida diplomática de E.U revive el pulso entre los laboratorios nacionales y extranjeros por los medicamentos genéricos, lo que querían las multinacionales es que durante los primeros cinco años después de registrado un medicamento innovador no haya proceso sumario, de manera que al competidor le toque repetir todos los estudios de bioequivalencia y bidisponibilidad. Cómo estos son costosos y tardan mucho, lo que ocurriría es que nadie sacaría genéricos al mercado durante cinco años.
Entre telones
El periódico El Espectador en su edición dominical del 8 de septiembre 2002, expresa en su editorial: Medicamentos, patentes y salud, que el argumento de las farmacéuticas internacionales para sostener el alto precio de sus medicamentos son las enormes sumas que invierten en investigación para lograr los avances que permiten descubrir nuevas moléculas o mejorar las actuales, a lo que Francisco Rozzi, médico epidemiólogo y asesor médico en asuntos de salud pública en representación de IFARMA y ahora nuevo miembro del Ministerio de Salud, argumenta fuertemente que las multinacionales farmacéuticas no son muchas veces las que hacen las investigaciones, porque en su mayoría descargan este tipo de trabajos a las universidades o centros de investigación de sus países o del mundo, haciendo que de éstos se beneficien unas terceras personas. En sus declaraciones a El Pulso, aclaró que hace falta un compromiso por parte de ellas para declararse comercializadoras de sus productos y no del todo investigadoras.
Además, "descubrir nuevas moléculas a partir de otras es en verdad muy fácil", agrega Rozzi, y los márgenes de utilidad que dejan los medicamentos son tan altos, que "me atrevo a asegurar que hay medicamentos que cuestan un $1 (un peso) en su producción, y se ponen a la venta al público a $ 35 por tableta, cuando no se venden a 400 ó 500 pesos.
Con la nueva medida, lo que se hace es proteger a los medicamentos genéricos que hasta el miércoles 18 de septiembre se expidieron, eso es bueno, pero los nuevos medicamentos saldrán a precios que se extienden de uno hasta el infinito, acusando un monopolio de todos ellos (los nuevos). El experto termina diciendo, que "existen decenas de laboratorios en el mundo, como los japoneses que se han hecho camino en la industria fabricando solamente genéricos, y eso ante la Organización Mundial del Comercio OMC- es totalmente válido, lo que pasa es que nosotros estamos supeditados a las políticas trazadas por Washington". La medida recae directamente sobre los altos precios que tendrán los medicamentos que no tienen genéricos en el mercado: los cancerológicos, para infecciones crónicas, el sida y la hipertensión arterial, por nombrar algunos, argumenta el experto.
De esta manera, el gobierno nacional en cabeza del presidente Alvaro Uribe Vélez demostró, antes de viajar a su encuentro con su homólogo de Estados Unidos, George W. Bush en Washington ("a solicitar un bailout: ayuda de emergencia, en forma de crédito directo del tesoro estadounidense -de 3.000 millones de dólares-", Editorial El Tiempo, domingo 22 septiembre 2002), que está haciendo bien la tarea, enseñando las reformas tributaria, laboral y pensional en su portafolio, además de este punto aprobado acerca de la propiedad intelectual en medicamentos. De la otra parte, se espera su retribución con gratitud y solidaridad para Colombia, con el ATPA y sus 150.000 empleos prometidos.
“Victoria del sector salud”:Germán Velásquez (OMS)
Al ser consultado por el periódico El Pulso acerca de lo que representa el decreto 2085 para el sector salud en Colombia, el experto en el tema, Germán Velásquez, Coordinador del Programa de Acción de Medicamentos y de la Vigilancia sobre Medicamentos Esenciales de la Organización Mundial de la Salud en Ginebra, Suiza, respondió:
"En el contexto en que se libró esta "batalla", el decreto tal como está constituye una victoria del sector salud... Es lo mejor que se podía lograr, por las siguientes razones:
Solamente aplica para nuevas entidades químicas.
No hay rectroactividad.
Se establece para 3 o máximo 5 años solamente.
Cobija información no divulgada exclusivamente
Las excepciones incluyen los productos que presenten pruebas de bioequivalencia, y los productos "que afecten lo público", que lógicamente incluirían la salud publica y el Sistema de Seguridad Social en Salud.
Fue admirable la forma en que el ministro Juan Luis Londoño, el Ministerio de Salud y el INVIMA manejaron el asunto. Valdría la pena divulgar el decreto a otros países... La misma presión acaba de empezar en Venezuela y Tailandia".
 



Arriba

[ Editorial | Debate | Opinión | Monitoreo | Generales | Columna Jurídica | Cultural | Breves ]

COPYRIGHT © 2001 Periódico El PULSO
Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción a cualquier idioma sin autorización escrita de su titular
. Reproduction in whole or in part, or translation without written permission is prohibited. All rights reserved