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Según
dos estudios del Fondo de Población de las Naciones Unidas
y el Ministerio de la Protección Social, hace dos décadas
por cada 13 hombres infectados con el Virus de Inmunodeficiencia
Humana (VIH), que causa el sida, había una mujer afectada.
Hoy, esa relación es de dos hombres por cada colombiana. |

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Los
estudios (uno cualitativo entre población femenina en
general, y otro cuantitativo entre trabajadoras sexuales), buscó
establecer las condiciones que hacen más vulnerables
a las colombianas frente a la enfermedad: ambos indicaron que
las colombianas no tienen suficiente apoyo del sistema de salud
y de sus redes sociales para prevenir la enfermedad. Esto desembocó
en un fenómeno que también se presenta en el mundo:
la feminización del sida, donde la violencia y machismo
son algunas causas.
La principal conclusión del primer estudio (con grupos
focales en Bogotá, Barranquilla, Bucaramanga, Cali y
Medellín), indica que las mujeres están en altísimo
grado de vulnerabilidad, porque no se protegen lo suficiente
contra el virus del sida. A partir del análisis de la
información obtenida, se concluyó que en buena
medida las causas están en condicionantes históricos
a los que han estado expuestas las mujeres, como el hecho de
que la sexualidad femenina siempre estuvo bajo control del grupo
familiar, la pareja y hasta de los profesionales de la salud,
al grado que lo perciben como algo natural.
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También
se encontró que la infidelidad masculina es recurrente
y tolerada con otras mujeres (no si es con hombres), que la
mayoría de mujeres no contempla el uso del condón
con su compañero y las más jóvenes lo aceptan
mucho más pero no lo usan cuando sus parejas sienten
incomodidad o disminución del placer sexual. Predomina
la dependencia económica femenina y la preocupación
principal es evitar embarazos.
También se detectó que buena parte de las mujeres
dijeron tener relaciones difíciles con el personal de
salud, por negligencia médica, falta de programas adecuados
y negación de pruebas diagnósticas del VIH; buena
parte de ellas considera que la distribución de anticonceptivos
no es óptima. La propuesta ahora es incorporar estos
factores que aumentan el riesgo a contraer el virus, a estrategias
de promoción y prevención. |
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