Las estatinas
formuladas para disminuir el colesterol malo, podrían
servir para atacar el osteosarcoma, uno de los cánceres
más letales en jóvenes entre 15 y 25 años,
siendo el tumor de hueso más común y la segunda
causa de muerte relacionada con cáncer en jóvenes
y niños, después de la leucemia. El 75% de los
pacientes tienen entre 15 y 25 años, representa 15% de
todos los tumores primarios en hueso y 0,2% de tumores malignos
en niños. La incidencia aumentó 1,4% al año
en el último cuarto de siglo. En Colombia, según
el Instituto Nacional de Cancerología, 74% de los casos
de tumores óseos en pacientes mayores de 10 años
fue por osteosarcoma. Científicos de las universidades
Nacional y de las Palmas de Gran Canaria (España), emplean
un nuevo enfoque de tratamiento con estatinas, para mitigar
los efectos del osteosarcoma. Las estatinas ayudan a inhibir
efectos negativos de ciertas enzimas y se usan para tratar niveles
altos de colesterol, arteriosclerosis y enfermedades cerebro-vasculares,
y ayudan a disminuir el infarto de miocardio, la apoplejía
y la disfunción renal.
En estudios realizados en células in vitro, se constató
que las estatinas disminuyen la proliferación de células
cancerígenas, así como varios de sus efectos biológicos,
como la capacidad de invasión y migración. Algunos
experimentos clínicos se enfocan en evaluar la disminución
del riesgo de padecer cáncer de próstata y seno.
Frente a células enfermas que proliferan y perduran mucho
más, las estatinas aceleran el proceso natural de muerte
de las células tumorales, las cuales tienen alterada
su programación natural de vida. |