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El
Vigía
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Según datos de la Organización
Mundial de la Salud, la obesidad se ha duplicado en todo el
mundo a partir de 1980. En 2014 más de 1.900 millones
de adultos tenían sobrepeso y más de 600 millones
eran obesos, lo cual equivale a un 37% y 13% de la población
respectivamente. En 2013, más de 42 millones de niños
menores de 5 años tenían sobrepeso.
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Históricamente se ha conocido
que los problemas de sobrepeso y obesidad eran propios de países
con altos ingresos, sin embargo esto ha venido cambiando y en
este momento el problema es igual o quizás mayor en países
de bajos y medianos ingresos, en donde por ejemplo el incremento
porcentual del sobrepeso y la obesidad en niños ha sido
un 30% superior al de los países desarrollados.
Los principales factores que contribuyen a la presentación
de este problema son el aumento en el consumo de alimentos ricos
en grasa, sal y azúcares, y pobres en vitaminas, minerales
y micro-nutrientes; y por otro lado, la falta de actividad física,
consecuencia de una población cada vez más sedentaria
y más urbanizada. Sin embargo hay otra serie de factores
políticos, sociales y ambientales que también
están relacionados. |
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El principal motivo
de preocupación es que el sobrepeso y la obesidad se
asocian con una mayor predisposición a desarrollar enfermedades
y complicaciones como enfermedades cardiovasculares, diabetes,
trastornos del aparto locomotor; esto, sin mencionar el impacto
en la calidad de vida y el riesgo aumentado a presentar problemas
psicológicos producto de su condición o inducidos
por el entorno social, principalmente en niños.
Parece contradictorio estar hablando de sobrepeso y obesidad
en un mundo con recursos cada vez más limitados, y donde
los altos índices de pobreza se mantienen o se acentúan.
Y aunque suene paradójico, en muchas regiones del mundo
coexisten la desnutrición y la obesidad como problemas
de salud pública.
Combatir este problema de origen multifactorial requiere de
la intervención de muchos actores. En primer lugar, generar
conciencia individual acerca de los buenos hábitos alimenticios
y la práctica regular de ejercicio; en segundo lugar,
el sistema de salud fomentando y apoyando políticas saludables
para la población; y en tercer lugar, la industria mejorando
la composición nutricional de los alimentos y fomentando
en la población conductas saludables en lugar de inducirla
al consumismo 6
Fuente: http://www.who.int/mediacen tre/factsheets/fs311/es/
soox@sanvicentefundacion.com |
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