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Es difícil saber exactamente que puntos tocará
la reforma tributaria, puesto que desde su presentación,
prácticamente todos los días ha sufrido alguna
modificación. Esta movilidad levantó comentarios
de que existe improvisación del gobierno; sin embargo
el senador Luis Guillermo Vélez, lo ve como un síntoma
de madurez y participación democrática, al existir
una posición flexible del gobierno hacia comentarios
de los distintos sectores: cree que el someter la propuesta
a discusiones, puede garantizar que corra mejor suerte que
la pasada reforma que terminó hundida en las comisiones
económicas.
Navegando en un mar de críticas
La primera crítica surge en torno de la neutralidad
de la reforma anunciada. Según el analista Javier Fernández
Riva, neutral quiere decir que no aumentarían
los ingresos, pero en realidad sí aumentan debido a
que una serie de impuestos transitorios que llegarían
solo hasta 2007, la reforma en la práctica los vuelve
permanentes, y entonces la neutralidad tiene que entenderse
respecto de lo que se recibe ahora, pero no hacia el futuro.
Además considera que se está perdiendo la oportunidad
para corregir el déficit fiscal del país, ya
que el momento preciso es ahora cuando la economía
no necesita del estímulo fiscal porque la demanda privada
es boyante: Hay un enorme riesgo que en el futuro las
cosas se compliquen, porque parte de los ingresos actuales
son transitorios y puede surgir un periodo donde paradójicamente,
cuando el gobierno ya no pueda hacerlo, sea cuando más
se necesite que entren a apoyar la demanda agregada.
Fernández Riva plantea que el principal golpe de la
reforma tributaria será recibido por los empleados,
mientras se favorece a las clases altas al quitar el impuesto
de timbre, el impuesto de patrimonio, se rebaja la tarifa
del impuesto de renta, se crean beneficios tributarios para
la inversión; en cambio aumenta la tarifa para los
asalariados y aumenta el IVA, con un agravante: Lo que
se propone con el IVA es brutalmente regresivo, porque implica
que la tarifa de 35% para objetos suntuarios como los autos
de lujo o los yates, que solo adquieren las clases altas,
se baja a 25 y en cambio se sube de 20 a 25% las tarifas para
las motocicletas o de 16 a 25% en muchos otros productos que
adquiere la mayoría de los colombianos; es totalmente
regresiva.
Según apreciaciones del experto Eduardo Sarmiento,
la reforma es parte de un juego basado en las concepciones
que han predominado en los últimos 20 años,
y busca desmontar impuestos directos al patrimonio, renta
y rentas de capital, para trasladarlas a las rentas del trabajo
y extenderlo a toda la población mediante la ampliación
del IVA: Eso es inadecuado en la realidad colombiana,
en una economía en donde las ganancias empresariales
ascienden al 40% y el salario real cae. No tiene pies ni cabeza
y no se hace en ninguna parte: el único ejemplo fue
George Bush que bajó los impuestos a los ricos, pero
no se atrevió a transferirle la carga a la clase media
y a los pobres.
Agregó el doctor Sarmiento: Según Planeación
Nacional, el salario de los colombianos cayó en los
últimos dos años, y si al menor salario le agregan
mayores gravámenes a cambio de bajarle la tributación
a los sectores altos, el gobierno está mostrando una
estructura enormemente inequitativa en contra de los intereses
de la sociedad. La reforma de Bush fue considerada por el
New York Times como totalmente inadecuada al hacer a la sociedad
norteamericana más inequitativa; seguir enriqueciendo
a los mismos y quitarle a los que han bajado su nivel de vida,
se le ocurre únicamente al presidente Uribe y al ministro
Carrasquilla. Añade el doctor Sarmiento su preocupación
por el desconocimiento del gobierno de los pronunciamientos
de la Corte Constitucional en contra de gravámenes
a los bienes de primera necesidad, sobre la base de que la
Constitución exige que la tributación sea justa
y progresiva, y un impuesto que grava bienes de primera necesidad
es regresivo.
Por su parte, el ex ministro Juan Camilo Restrepo resalta
la simplificación de la acción tributaria, pero
echa de menos que no se haya ocupado de la tributación
departamental y municipal; a su vez, su opinión se
une a las voces que consideran que va en contra de la equidad
del sistema, al gravar severamente las rentas medias y generar
aumentos inmoderados en el IVA, situación que confía
termine moderando el Congreso.
Coletazos para la salud
Si bien la reforma tributaria no carga directamente
al sector salud, indirectamente afecta aspectos como la importación
de equipos y tecnología, la pérdida de exenciones
sobre producción de software, mayor carga tributaria
sobre los trabajadores ya afectados por la deslaboralizacion,
se ponen en duda las exenciones sobre las proyectadas zonas
francas hospitalarias, se afecta el desarrollo de medicamentos
y nuevas patentes -hoy exentas de impuestos-, y además
en varios de los insumos utilizados se darán alzas
ocasionadas por el aumento del IVA.
En medicamentos -si bien no quedan gravados con IVA-, los
droguistas han manifestado que prevén un agravamiento
general de la situación, ya que el proyecto tributario
no sólo es más gravoso para los trabajadores
y ejecutivos, sino que afecta a las medianas empresas, donde
están incluidas las droguerías; así lo
manifestó el señor Maximio Visbal, presidente
de Asocoldro, para quien la exclusión de los medicamentos
del IVA obedece a que comparando su precio con el promedio
de Latinoamérica, el costo puede ser bajo, pero en
relación con el salario mínimo, es bastante
elevado. Explicó: Si les colocaran IVA, hay que
considerar que el primer cliente de la salud en Colombia es
el Estado, y por tanto sería el primer gravado; y con
la estructura tan endeble de los hospitales de este país,
se agravaría hondamente la situación y generaría
un gran problema social.
Una reforma sin apoyo del Senado
El pulso en el Senado no parece favorable para el
gobierno, como haría suponer el hecho de contar con
las mayorías; el senador German Vargas Lleras, director
de Cambio Radical, manifestó su desacuerdo con 16 puntos
de la reforma y anunció que de no corregirse ciertos
aspectos, la votación de su bancada será negativa.
El Polo Democrático expresó criticas basadas
en que la mayor carga impositiva caería sobre los trabajadores
del país y fue calificada por el senador Jorge Robledo
como la más regresiva en mucho años,
mientras el representante a la Cámara por la misma
colectividad, Germán Reyes, manifestó su preocupación
por el desmonte de exenciones a las fundaciones y ONG's.
El Partido Liberal calificó al proyecto como
una colcha de retazos y presentó una iniciativa
propia al Congreso, donde según el vocero del partido,
senador Juan Fernando Cristo, se consignan las propuestas
que creemos necesita el país para una reforma estructural,
ya que la del gobierno es una reforma conservadora e irresponsable
que no vale la pena estudiar". La senadora Cecilia López
aseguró que los principales problemas de la propuesta
del gobierno -y que han sido corregidos en la propuesta del
partido liberal- son: Es inequitativa, no aumenta los
recaudos fiscales, y dado el déficit del gobierno y
las demandas sociales del país, la reforma debe aumentar
los recaudos; no aplica criterios de progresividad; rebaja
los impuestos a los sectores de mayores ingresos y pone una
carga muy pesada sobre las clases medias, que reciben un golpe
muy duro mientras las personas naturales ricas no reciben
ningún costo con la reforma.
Por su parte, el senador conservador Gabriel Zapata destaca
el hecho de rebajar de más de 1.100 artículos
a 280 el estatuto tributario. Entretanto, el coordinador de
ponentes, senador Alirio Villamizar, cree que a la propuesta
le falta ser más equitativa y ve con preocupación
la eliminación del 5% de IVA de los juegos de azar
-incluyendo el chance- que producen $2 billones al año;
el senador Villamizar aprovechó la discusión
para proponer la eliminación de la intermediación
en el régimen subsidiado de salud: El gobierno
aplica al sector salud $19 billones, de los que $8 billones
van a las ARS y EPS que administran recursos del subsidiado,
y lo único que hacen es administración financiera,
porque el servicio lo prestan los hospitales y eso no tiene
sentido; para atender la salud no se necesita intermediación
y los recursos pueden aplicarse directamente a los prestadores
en una contratación con el gobierno, con todos los
controles, para que se beneficie la red hospitalaria y se
logre mayor cobertura.
Educación superior perdería
sus benefactores
Las universidades públicas y privadas están
preocupadas por las consecuencias que tendrá la reforma
para la educación superior, al eliminar la devolución
del IVA: grava la importación de equipos de desarrollo
científico y tecnológico, así como las
asesorías y consultorías hasta en un 32% -actividades
que ayudan a la formación en pre y postgrado y genera
algunas ganancias para las universidades-, afecta las bibliotecas
al gravarse la compra de libros y elimina la exención
de impuestos en la producción de software. El rector
de la Universidad de Antioquia, doctor Alberto Uribe, ve también
con preocupación la supresión de incentivos
para quienes invierten en innovación, investigación
o educación superior, así como los existentes
para las cooperativas, que las motivaba a invertir un 20%
de sus excedentes en la educación formal: La
Universidad de Antioquia logró en 2005 con las cooperativas,
$1.970 millones, y en lo que va de este año $2.200
millones que se invierten en frenar la deserción, beneficiando
a 1.800 estudiantes. Aunque el ministro de Hacienda
argumenta que el impacto ha sido mínimo, algunas cifras
de la Universidad de Antioquia muestran el impacto real, explicó
el rector: En 10 años, en IVA a la universidad
le han devuelto $57.000 millones, en donaciones han ingresado
$23.000 millones. ¿Qué pasa al sumar las 302
instituciones de educación superior del país?.
Los opositores a la reforma tributaria y muchos colombianos,
no dejan de extrañarse que el fuerte de carga impositiva
recaiga sobre las clases trabajadoras, y más cuando
las cifras de Planeación Nacional en informe del 4
de septiembre, mostraban que en los últimos dos años
cayeron los ingresos de los trabajadores en 10,6%, aunque
dos días después, el subdirector de Planeación
salió a desmentir la cifra cambiándola por un
incremento de 8%, situación que no sólo no convenció
a nadie, sino que evidenció una vez más la necesidad
del gobierno de manejar ciertas cifras en medio de la discusión
en el Congreso.
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