Con
preocupación ven algunos la creación de un nuevo
programa de formación profesional en Medicina, al cierre
de esta edición, la organización Sanitas pretendía
entregar al Icfes los estudios de factibilidad que respaldarían
su petición para que les sea autorizada la formación
de médicos.
En opinión del doctor Alberto Uribe Correa, decano
de la Facultad de Medicina de la Universidad de Antioquia,
esta situación es supremamente grave puesto que el
sistema colombiano de salud ya no puede con tanta proliferación
de facultades de medicina, las cuales están aumentando
desproporcionadamente la oferta de profesionales en el medio.
"Después del advenimiento de la Ley 30 de 1992
se han triplicado las facultades o programas de medicina en
el país, mientras que el estudio que en la actualidad
está adelantando la Facultad Nacional de Salud Pública
para el Ministerio de Salud y el Banco Mundial, sobre la formación
del recurso humano en salud, indica que hoy no se necesitan
más programas académicos en esta área
profesional pues los que existen son más que suficientes".
De otro lado, Uribe Correa indicó que es cuestionable
que una Entidad Promotora de Servicios de Salud, vaya a crear
una Facultad de Medicina, hecho que se puede mirar desde dos
aspectos: El primero, tiene que ver con la clase de profesional
que está buscando, mientras que el segundo elemento
a tener en cuenta es mucho más preocupante y nos lleva
a pensar que se pondrá la educación superior
como un negocio más de las EPS, "lo cual considero
que es inconcebible". Añadió el Decano
de Medicina de la Universidad de Antioquia. "Si es que
ellos están requeriendo un profesional que no encuentran
en la oferta existente, pueden interactuar a través
del Sistema Nacional de Educación Superior, en los
programas de acreditación y autoevaluación,
para asesorar a las facultades ya existentes en cuanto al
tipo de profesional que aspiran y que el Sistema General de
Seguridad Social en Salud debe encontrar en las universidades".
Sobre el particular, el doctor José María Maya,
rector del CES, dice: "zapatero a tus zapatos",
y manifiesta que las EPS tiene la responsabilidad de asegurar,
pero que si al crear una facultad de Medicina buscan un cierto
perfil, deben recordar que para eso están las alianzas
estratégicas con las universidades existentes, muchas
de las cuales tienen la trayectoria y el reconocimiento que
garantizan una excelente formación.
Mercado laboral
Para Orlando Acosta, vicedecano de la Facultad de Medicina
de la Universidad Nacional de Colombia, es necesario tener
en cuenta el aspecto del orden social, económico y
político del país, lo que implica reflexionar
si ese mayor número de profesionales que va a egresar
podrá incorporarse al mercado laboral en el ámbito
de la salud, y aquí se debe tener en cuenta no sólo
si el país los requiere, sino además si nuestro
sistema de seguridad social tiene la capacidad para incluirlos.
Por su parte, Julio Enrique Ospina, presidente de la Asociación
Colombiana de Facultades de Medicina, Ascofame, manifestó
que es inconveniente crear un nuevo programa de educación
superior en medicina. "Consideramos que hay problemas
en este momento con el exceso de médicos, aunque algunos
dicen que la cifra no es excesiva, si podemos afirmar que
somos 48 mil y estamos mal distribuidos".
Asocofame no puede hacer nada para impedir o no la creación
de nuevos programas de medicina, agregó este dirigente,
quien además explicó que esa es una labor que,
de acuerdo con el Decreto 917 del 22 de mayo de este año,
le corresponde al Consejo Nacional de Acreditación,
el cual tiene que hacer una certificación previa sobre
requisitos de calidad de los nuevos programas.
"Como este tema se nos sale de las manos, lo único
que podemos hacer es insistir en que los nuevos programas
tengan calidad... el asunto es conocer cuáles son las
bases que ellos proponen, qué evolución van
a tener y reconocer, en el transcurso de la evolución
de sus cohortes, la calidad que puedan tener los egresados",
indicó Ospina.
Agregó que ante esta proliferación de programas,
Ascofame establece su propia calidad, por esta razón,
no todas las facultades de medicina nuevas pertenecen a la
Asociación, ellas tienen que finalizar todas sus cohortes
y pasar los exámenes de Estado con cierto puntaje,
además deben recibir una visita en la que se estudian
la infraestructura educativa, los laboratorios, la biblioteca,
etc., "esto también aclara nuestra posición
en ese sentido", concluye.
Se agudiza la problemática
laboral
De otro lado, el doctor Alberto Angel Pinzón, decano
de Medicina de la Universidad de Caldas, señala que
es innecesario crear nuevos programas en esta área
cuando en el país hay 46 facultades de Medicina. "El
próximo año se gradúan 2.000 médicos
más de los que se venían graduando hasta la
fecha, es decir en el 2002 habrá casi 4.000 egresados
nuevos, eso hará que cada día que pasa sea más
difícil la situación laboral del médico,
a lo que se suma el hecho de que con tanta facultad nueva
o programa, no hay ni dónde hacer rural".
Además, con este exceso de oferta, afirma el doctor
Angel, "las EPS si que nos van a contratar por dos pesos
y sin derecho a decir que no".
Otro punto de vista expuesto por este Decano es el de las
implicaciones que tiene esta decisión a la hora de
encontrar un buen negocio con el tema de la salud. "Eso
será un negocio excelente, con matriculas altas, con
pocas contrataciones de profesores porque seguramente serán
los médicos que trabajan para la EPS y con una clínica
donde practicar, eso se convierte en un negocio cachaquísimo
y allí seguramente encontrarán una excelente
inversión", puntualizó el doctor Angel.
En otros sectores relacionados con la educación de
los futuros médicos, preocupa el hecho de que al ser
las EPS las formadoras de estos profesionales les enseñen
a tratar a los pacientes con los recursos del Plan Obligatorio
y al menor costo posible, limitando de esta manera la capacidad
de emplear recursos diagnósticos y haciendo retroceder
a la medicina en dos sentidos: en el tiempo, cuando no había
cómo detectar ciertas patologías por falta de
tecnología y en ética, pues los criterios de
rentabilidad que muchas EPS manejan pasando por encima del
bienestar del paciente, dejan sin piso los valores de servicio
y excelencia que deben caracterizar a un profesional de la
medicina.
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