MEDELLÍN, COLOMBIA, SURAMERICA No. 320 MAYO DEL AÑO 2025 ISNN 0124-4388
La red hospitalaria de Antioquia atraviesa una de sus peores crisis en la última década, producto de una tormenta perfecta: sobreocupación de los servicios de urgencias, una deuda acumulada de miles de millones de pesos por parte de las Entidades Promotoras de Salud (EPS) y una creciente presión derivada de las barreras de acceso a la atención médica. Esta situación, que ha llevado a la declaración de emergencia hospitalaria en múltiples instituciones, amenaza con paralizar la atención en varios puntos críticos del sistema.
El Hospital San Vicente Fundación de Medellín fue uno de los primeros en encender las alarmas. El pasado 7 de mayo de 2025, declaró estado de emergencia hospitalaria al reportar una ocupación del 280 % en su servicio de Urgencias Adultos. En su comunicado oficial, la institución expresó:
“Hoy, nuestra capacidad en el servicio de Urgencias Adultos llegó a su límite, con una ocupación que supera el 280 %. Por esta razón, en el Hospital San Vicente Fundación Medellín declaramos el Estado de Emergencia Hospitalaria”.
A la par, solicitó a las entidades del sistema restringir las remisiones hacia su institución: “Solicitamos al Centro Regulador de Urgencias, Emergencias y Desastres - CRUE - departamental, a los CRUE municipales y a las instituciones de salud, restringir el envío de remisiones a nuestro Hospital, en tanto tengamos mayor disponibilidad de camas”.
No es un hecho aislado. La presión se replica en al menos nueve instituciones hospitalarias adicionales, todas con ocupaciones que superan el 100 %. El Hospital Pablo Tobón Uribe, por ejemplo, alcanzó una ocupación del 250 % en urgencias adultas y del 150 % en pediatría, mientras que el Instituto Neurológico Colombiano opera al 156 %, el Hospital César Uribe Piedrahita de Caucasia al 140 %, y el Hospital General de Medellín al 132 %. Otras instituciones como la Clínica Medellín de Occidente, el Hospital San Rafael de Yolombó y la Clínica Pajonal también registran sobreocupaciones superiores al 110 %.
En el caso del Pablo Tobón, se afirmó: “Cuando un hospital se declara en emergencia, informa a las autoridades de salud para que se brinde apoyo en la gestión de los servicios de la entidad. Esto implica que se establezca un plan de atención para los pacientes que ya se encuentran en el lugar y se establezcan canales de atención con otras entidades”.
Adicionalmente, hicieron un llamado a los ciudadanos: “Se solicita comedidamente a los usuarios de las diferentes Entidades Promotoras de Salud (EPS) consultar a otros centros de salud de su red prestadora de atención”.
De acuerdo con cifras de la Personería de Medellín, actualmente hay cerca de 137 personas en espera de remisión a centros hospitalarios. La mayoría de estos pacientes son afiliados a Savia Salud EPS y Nueva EPS, y requieren atención en especialidades como Ortopedia, Psiquiatría, Medicina Interna y Cardiología. Desde el Observatorio del Derecho Fundamental a la Salud, la Personería ha realizado visitas para verificar la situación, confirmando una ocupación del 93 % en urgencias de adultos y del 99 % en hospitalización.
Uno de los factores más críticos de la crisis es la deuda acumulada por parte de las EPS con la red hospitalaria. La Nueva EPS, intervenida recientemente por la Superintendencia Nacional de Salud, tiene cuentas pendientes por más de $180.000 millones en Medellín, y ha sido objeto de al menos 2.400 tutelas durante 2025, la mayoría relacionadas con barreras de acceso a servicios médicos.
Este panorama ha llevado a que 37 hospitales públicos de Antioquia suspendieran los servicios no urgentes a los afiliados de esta EPS, afectando a más de 990.000 usuarios en el departamento.
La situación es aún más alarmante si se considera que, según cálculos recientes, las principales 19 instituciones hospitalarias del área metropolitana acumulan una cartera vencida de $2.3 billones, lo que pone en serio riesgo su sostenibilidad financiera: “Hospitales en Antioquia se están asfixiando: hueco por deudas es de $2.3 billones”.
Aunque algunos hospitales han reportado ocupaciones superiores al 300 % en años anteriores, lo inédito de la actual crisis es su persistencia y extensión en el tiempo y en el territorio. Desde hace más de un año y medio, autoridades sanitarias, gremios y entidades de control vienen advirtiendo sobre el deterioro progresivo del sistema. Las causas más señaladas incluyen:
- Reducción del número de camas hospitalarias disponibles.
- Uso inadecuado del servicio de urgencias, con pacientes que acuden por patologías no críticas.
- Barreras de acceso a la salud, que obligan a muchos usuarios a buscar atención directa en urgencias ante la imposibilidad de acceder a citas médicas regulares.
Además, la incertidumbre generada por la reforma al sistema de salud, actualmente en discusión en el Congreso, ha generado parálisis institucional y desaceleración en las decisiones operativas, especialmente en algunas EPS.
En respuesta a esta crisis, Medellín implementó el año pasado un protocolo de atención especial, con el objetivo de agilizar los trámites entre EPS y hospitales, y priorizar la entrega de citas. No obstante, los resultados han sido limitados, dada la magnitud y complejidad de los problemas estructurales.
Hasta el 7 de mayo de 2025, el Centro Regulador de Urgencias, Emergencias y Desastres (CRUE) de Antioquia no había emitido un pronunciamiento oficial sobre la situación de sobreocupación. Por su parte, la Secretaría de Salud de Medellín anunció que, por el momento, tampoco se referirá públicamente al tema.
Desde diferentes frentes institucionales se hace un llamado urgente a adoptar medidas estructurales y a reforzar los planes de contingencia que garanticen la atención a los ciudadanos, al tiempo que se promueve un uso adecuado de los servicios de urgencias. En palabras de la Personería de Medellín:
“Hacemos un llamado a todas las autoridades de salud competentes para que se adopten planes de contingencia frente a la grave problemática. De igual forma, se recomienda a toda la comunidad realizar un uso adecuado de los servicios de urgencias de la red hospitalaria del Distrito de medellín, reconociendo una emergencia, una urgencia y una patología que puede ser atendida por consulta médica, favoreciendo así el flujo de pacientes”.
La crisis hospitalaria que vive Antioquia no es solo el reflejo de una sobrecarga operativa, sino el síntoma visible de un sistema de salud que se encuentra al borde del colapso. La confluencia de deudas millonarias, EPS intervenidas, colapsos en urgencias y falta de respuestas estructurales amenaza la garantía del derecho fundamental a la salud. Mientras la emergencia persiste, hospitales, pacientes y profesionales de la salud quedan atrapados en una red que ya no aguanta más.
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