MEDELLÍN,   COLOMBIA,   SURAMÉRICA    AÑO 12    No. 150  MARZO DEL AÑO 2011    ISSN 0124-4388      elpulso@elhospital.org.co






 

 


Redes Integradas
de Servicios de Salud:
antídoto contra la fragmentación

Juan Carlos Arboleda Z. - Periodista - elpulso@elhospital.org.co

La Ley 1438 en su Título VI - Capítulo II, introduce en Colombia un modelo existente en muchos países de Latinoamérica y el Caribe, y que sólo ahora tendría el suficiente impulso para convertirse en un diseño válido para el país: la organización de los prestadores en Redes Integradas de Servicios de Salud -RISS-, que la OPS recomienda para implementar la estrategia de Atención Primaria en Salud (APS).
“Las redes integradas son el modelo organizativo ideal de sistemas de salud basados en APS, permiten un mejor alineamiento de los objetivos con las necesidades de la población para obtener mejores resultados, utilizando todos los recursos de manera coherente; al integrarse en redes, compartir necesidades y enfoques hacia soluciones de las necesidades de la población, los sistemas de salud se hacen más eficientes”, afirma Reinaldo Holder, miembro de OPS Washington.
Las RISS no son invento colombiano, son una estructura probada en muchos países con muy buenos resultados; más en Colombia aunque la Ley 1122/07 las mencionaba, no existió voluntad política para aplicarlas, situación que perece revertir el nuevo gobierno al procurar recuperar lo bueno de sistemas de salud anteriores y rescatar experiencias, como señala el doctor Carlos Mario Ramírez, asesor del viceministerio de Salud: “Este gobierno plantea volver un poco a las redes regionales retomando la Ley 60/93; queremos tener redes de IPS públicas subregionales o regionales, que garanticen la prestación desde el primer nivel por lo menos hasta el nivel mediano de complejidad”.
RISS: necesidad sentida
Que la prestación de servicios de salud se haga a través de RISS en espacios poblacionales determinados, responde a una necesidad sentida, originada en parte por la fragmentación del sistema; así lo entendieron los prestadores públicos, quienes lideraron durante el estudio de la Ley 1438 la propuesta de incluir el trabajo en redes.
El doctor Luis Alberto Martínez, director de Aesa, describe el panorama de la prestación en Colombia, de donde se desprende la necesidad del viraje: “En nuestro país las personas son tratadas en forma fragmentada: en una Institución Prestadora de Servicios de Salud (IPS) se le hace un procedimiento y hay que esperar 20 días para que le hagan un procedimiento complementario en otra IPS, lejos de su lugar de residencia, agravando sus condiciones de salud. Hay problemas de cantidad y calidad en la distribución de recursos: por un lado hay instalaciones ociosas y por otro lado hay dificultades de acceso, situación sinsentido en un sistema que gasta casi $40 billones al año; esa fragmentación obedece a la multiplicidad de instituciones pagadoras y el mal flujo de recursos; hay trabas jurídicas y administrativas, como autorizaciones previas y agendas que impiden integralidad y continuidad en los servicios”.
A lo anterior se suma la falta de concordancia entre las necesidades y expectativas de la población frente a los servicios que le prestan, y que se agrava con la carencia de diseño de una oferta sanitaria que responda a necesidades reales y vitales, porque muchas veces responde más a intereses comerciales de incentivo del uso de tecnologías (lo que explica el boom de la medicina estética o la sobre-oferta de tomógrafos en algunas ciudades). El doctor Martínez señala que no existe coordinación entre los actores del sistema, hay incomunicación entre los niveles de atención, y falta co-gestión del riesgo entre aseguradores, prestadores, entes territoriales, sector público y/o privado: “Cada uno tira para su lado y la evidencia es la duplicación de servicios y de infraestructura. ¿Si serán necesarios tantos tomógrafos?”.
La fragmentación de la salud en Colombia se explica por la segmentación del sistema: “Las funciones están muy repartidas: a algunos se les asigna la atención básica, a otros la de mediana y alta complejidad, se montan centros especializados, se segmenta el aseguramiento, hay planes de beneficios más amplios para cierta población; y la descentralización administrativa divide competencias, responsabilidades y recursos entre municipios y departamentos, cuando en realidad lo que necesitamos es que la población sea atendida, ojalá en su lugar de residencia o de trabajo, para prevenir y controlar factores de riesgo y potencializar elementos protectores”, explica el director de Aesa.
El ex delegado en Colombia de OPS, Gerardo Alfaro, declaró antes de abandonar el país con destino a su nuevo encargo en Centroamérica, que integrar servicios de salud en red permite mejorar la calidad de la atención, la oportunidad, la eficiencia, además de evolucionar hacia otra forma de atender y entender la salud: “Hay un desafío grande, y en el sistema colombiano el incentivo es la posibilidad de hacer economías de escala al lograr inversiones compartidas, ayudando a superar algunos efectos de la fragmentación; desde OPS no consideramos que haya que hacer ajustes enormes al sistema”.
¿Cómo solucionan las RISS la fragmentación?
Varios elementos permitirían que las RISS impacten positivamente la prestación de los servicios de salud; para el doctor Luis Alberto Martínez, la asignación de una población y un territorio a una red de prestadores que tienen un conocimiento amplio de las necesidades en salud de dicha población, posibilita organizar la oferta, integrar los servicios de promoción y prevención con las actividades de diagnóstico, curación y rehabilitación, e integrar la atención individual con las acciones de salud pública, con un manejo más eficiente de los recursos y una atención más expedita.
Asimismo, la ley enfatiza fortalecer el primer nivel de atención para que abarque un porcentaje alto de patologías y resuelva los problemas de por lo menos el 80% de la población, para lo cual las redes incluirían servicios especializados, acercándolos a los lugares de residencia de los pacientes; señala también el doctor Martínez, que las RISS permiten crear mecanismos de coordinación asistencial para todos los prestadores que las conforman, trabajando con una comunicación bidireccional permanente entre las instituciones. Otra ventaja es que permiten priorizar las particularidades culturales de cada población, que la gobernanza sea más eficiente y que se trabaje inter-sectorialmente con educación, saneamiento básico, seguridad alimentaria, agua potable y otros sectores involucrados en el desarrollo socio-económico, para así potenciar factores protectores.
Si bien los beneficios pueden ser amplios, el camino para la conformación de las RISS no es expedito: “El gran reto es organizar las redes bajo una figura jurídica independiente o articular a los prestadores que las conforman para que puedan hacer contrataciones con los aseguradores, porque bajo esta figura no se harían negociaciones individuales sino con la red; también se deben crear incentivos financieros alineados con las metas en salud, porque no es dar recursos a una red para utilizarlos mal, sino para garantizar que la población esté atendida de manera efectiva y que se mejoren sus condiciones de salud”.
Otro problema para conformar las RISS parte de lograr acuerdos entre prestadores, que deberán superar la brecha entre públicos y privados, pero aún más: trascender intereses políticos de los entes territoriales para que faciliten la integración de sus ESE, porque como señala el doctor Martínez, “cada hospital tendrá que renunciar a algunas cosas para ganar otras; será una concertación difícil sobre todo en un año político, pero habrá que hacer entender a los administradores que la esencia es la atención integral de las personas”.
Las RISS: un nuevo concepto
Para el doctor Luis Eliseo Velásquez, vicedecano de la Facultad Nacional de Salud Pública de la Universidad de Antioquia, adoptar el enfoque operacional de las RISS es importante, porque después de muchos años el país se abre a tendencias internacionales que buscan que los sistemas de salud y los servicios, respondan a necesidades y expectativas de los usuarios en espacios delimitados, tema que la salud pública pregona de tiempo atrás: “En Colombia predomina en lugar de colaboración y cooperación, la competencia -principio orientador del SGSSS-, pero que se dio en forma exagerada produciendo excesiva fragmentación, y así lo percibe la población. Las RISS pueden tener varias escalas: desde territorios pequeños de 2 o 5 municipios, o subregionales, o en localidades y comunas de ciudades atendiendo poblaciones de 300 o 400.000 personas, o en micro-redes para grupos de 10 o 15.000 habitantes. Todos éstos son espacios para tener actores integrados, trabajando para mejorar la situación de salud de esa población”
Las RISS representan un cambio conceptual, que necesita un liderazgo y voluntad política fuerte del gobierno nacional, los departamentos y municipios indica el doctor Velásquez, quien desde su experiencia como delegado de OPS en varios países, afirma que no existe un modelo perfecto o completamente consolidado, aunque en el trabajo con RISS hay países con avances. El caso más comparable con Colombia puede ser Brasil, por su fragmentación de prestadores en públicos y privados: “Allí hay territorios de atención integrada en salud, donde a través de contratos y convenios entre el financiador que es el Estado, se ordenan redes donde confluyen prestadores públicos y privados, atendiendo lineamientos y planes de salud específicos que responden a objetivos sanitarios; hay mecanismos de coordinación, un sistema consolidado de información, y sistemas de referencia y contra-referencia que garantizan accesibilidad y continuidad en la atención”. La experiencia de Curitiba muestra un sistema de información unificado, una articulación de los procesos y procedimientos de atención, la planeación y un mejoramiento en la accesibilidad a servicios, sin derivación de pacientes a territorios lejanos.
Sin embargo, el doctor Velásquez reconoce que la implementación en Colombia será difícil: “Será un proceso conflictivo y de largo plazo que requiere mucho compromiso de los actores del sistema, y demasiado liderazgo estatal no para emanar órdenes, sino para facilitar y ser un árbitro justo”

 
Ley estatutaria en contravía de RISS privadas
El doctor Juan Carlos Giraldo, director de la Asociación Colombiana de Hospitales y Clínicas, considera que las RISS son la gran posibilidad para desarrollar una buena estrategia: “Si el tema se reglamenta bien, si las redes son mixtas, si se logra la unión entre unos conceptos que se abandonaron, como son la geografía, la epidemiología, la demografía y la oferta de servicios, las RISS pueden generar un escenario mucho mejor que el actual; son también un buen mecanismo para dar portafolios completos de servicios a las personas y evitar que se desplacen para resolver sus necesidades, algo en lo cual fallaron quienes deberían haber modulado las redes al fragmentar los servicios, a veces en forma involuntaria y en otros casos como un mecanismo perverso”.
El doctor Giraldo señala una contradicción que se daría con la ley estatutaria que se tramita en el Congreso: “En la ley ordinaria se permite la conformación de redes públicas, privadas y mixtas, con autodeterminación, cierta autonomía e inclusive con figuras emergentes como las uniones temporales para administrar las RISS; en cambio, en el proyecto de ley estatutaria se dice que solamente se utilizará la red privada cuando la pública no ofrezca los servicios que necesita la población; eso perpetúa la discrepancia de las naturalezas jurídicas, pero también asienta la fragmentación en el concepto de red, cuando lo que se busca es un concepto unificado”.
 
 
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