En
las últimas semanas, el ministro de Salud, Alejandro
Gaviria, y el viceministro de Salud, Fernando Ruiz, han socializado
en diferentes escenarios en el país lo consignado en
el Plan Nacional de Desarrollo 2014-2018 en el tema de salud.
Ambos defienden las bondades de la propuesta y lo importante
que es su aprobación para mejorar el acceso y la calidad
del servicio de salud. El ministro afirma que es importante
el sostenimiento fiscal del sistema de salud, para lo cual todas
las partes deben estar alineadas. |
 |
Entretanto, no son
pocas las voces que advierten la necesidad de abrir espacios
de debate: académicos, personal de la salud y directivos
manifiestan su inconformidad frente a los alcances y retrocesos
de las reformas planteadas a la salud en el Plan (PND).
Varias agremiaciones del sector formulan críticas al
PND. El director de la Asociación Colombiana de Hospitales
y Clínicas (Achc), Juan Carlos Giraldo Valencia, afirma
que en el PND se están tratando tantos temas que más
parece una reforma a la salud y considera que si eso es lo que
se pretende hacer, se haga en otro espacio (el Congreso de la
República), ya que el PND no es el espacio ideal para
adelantar esta reforma. |
Para la Asociación
de Empresas Sociales del Estado de Antioquia (Aesa), es preocupante
que las bases y el articulado del proyecto de ley del PND
contengan elementos que perjudican la continuidad de los hospitales
públicos y la salud de los colombianos, más
teniendo como referente de comparación la Ley Estatuaria
en Salud y la sentencia de exequibilidad condicionada C-313
de 2014 de la Corte Constitucional. Aesa considera que el
PND va en contravía a la Ley Estatuaria y no garantiza
el goce efectivo del derecho fundamental a la salud, al no
avanzar hacia el cuidado integral de la población.
Al presidente de Afidro, Francisco de Paula Gómez,
le preocupa el artículo 65 del PND que trata sobre
declaración de emergencia sanitaria y/o eventos
catastróficos, donde ya no es el Presidente de
la República quien puede declarar la emergencia sino
que le da facultades al Ministro de Salud para hacerlo. Alerta
que esto da una pésima señal de inestabilidad
e inseguridad jurídica, donde no hay reglas de juego
claras para los actores del sistema y donde todo depende de
la percepción del riesgo y no de las leyes.
Se revive la Ley Ordinaria
Desde la academia, varios investigadores manifiestan
su preocupación frente al PND. El profesor e investigador
de la Universidad Nacional y la Santo Tomás en Bogotá,
Saúl Franco, considera que el PND con sus postulados
y propuestas no apunta a construir una sociedad más
justa, equitativa y democrática, sino a mantener -e
inclusive a profundizar- el actual sistema, pues la salud
es considerada como un servicio para enfrentar riesgos y no
como un derecho fundamental. Afirma que con este proyecto
queda la impresión de que el gobierno trata de lograr,
por la vía del PND, la aprobación de lo que
consideraba esencial de su fracasada propuesta de Ley
Ordinaria en Salud en el proyecto de ley 210.
De igual manera se manifiesta Bernardo Useche, Ph.D en Salud
Pública y director del Centro de Investigaciones Biomédicas
de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad Autónoma
de Bucaramanga, quien afirma de forma tajante que como
está el texto, es preferible que no se apruebe el PND.
Y aunque se presentaron proyectos alternativos al gobierno,
no ha habido el debate necesario para ser estudiados. En
mi concepto no hay nada que favorezca realmente a la salud,
porque todo está dentro de una misma concepción,
porque está hecho cuidadosamente para favorecer unos
intereses como los de las EPS, se está obviando que
se dé la gran discusión sobre la gran reforma
que necesita el sistema; estoy de acuerdo con la Asociación
de Hospitales y Clínicas cuando afirma que el PND no
es el escenario indicado, sino que lo que hay que discutir
es una nueva reforma, concluyó el investigador
Useche.
|