MEDELLÍN,   COLOMBIA,   SURAMÉRICA    AÑO 3    NO 36    SEPTIEMBRE DEL AÑO 2001    ISSN 0124-4388      elpulso@elhospital.org.co






 

 

Cobertura en salud:
Asignatura pendiente
Olga Lucia Muñoz López - periodista, Medellín
A pesar de los logros obtenidos en el aseguramiento en salud, no se alcanzó la meta de la cobertura universal proyectada para el año 2000. Peor aún: nubes grises se ciernen sobre el futuro del Sistema mismo por causa de algunas condiciones de su funcionamiento interno y del entorno macroeconómico, que no favorece su desarrollo y sí amenaza su supervivencia.
La cobertura universal para el Sistema de Seguridad Social en Salud no se cumplió en el 2000 y no se cumplirá en el mediano plazo porque se desarrolla en medio de un campo lleno de problemas. "La principal dificultad reside en la estabilidad financiera del Sistema: no se dieron los supuestos macroeconómicos proyectados en 1993. Es así como la recesión, el incremento del desempleo, subempleo y la informalidad, sumados a la crisis fiscal del Estado, han frustrado el propósito de cobertura universal y se constituyen en las amenazas esenciales del futuro financiero del Sistema. Aunque la cobertura en el régimen contributivo se conserva, han disminuido los cotizantes y el ingreso base de cotización, aumentando los beneficiarios y la densidad familiar. Esto hace que el Sistema deje de ser sostenible", indica el Informe de Gestión del Consejo Nacional de Seguridad Social en Salud junio de 2000- junio de 2001, presentado al Congreso de la República.
Allí también se explica que la financiación del régimen subsidiado enfrenta tres problemas, que son la disminución del aporte solidario por la reducción en el número de cotizantes y en el ingreso base de cotización; la dificultad para la gestión oportuna de los recursos parafiscales provenientes del aporte solidario de los cotizantes del régimen contributivo y de las Cajas de Compensación Familiar (cuando deciden no administrar directamente el régimen subsidiado), y la reducción y el retraso en el aporte del Paripassu desde 1995. Sin embargo, el desarrollo logrado permite hoy la afiliación de más de 9 millones y medio de los colombianos más pobres y vulnerables.
En términos generales, la cobertura del aseguramiento en salud al 31 de diciembre de 2000, mostró que de una población nacional de 42'299.403 colombianos (proyecciones Dane, censo 1993), 9'510.566 estaban afiliados al régimen subsidiado, representando un 22.48% de cobertura en el país y de 59.79% sobre una población NBI de 15'905.560 personas, reportó el Ministerio de Salud. En el régimen contributivo, la Supersalud señala que estaban afiliados 14'409.142 personas, con una cobertura de 34.06%, y de los cuales estaban compensadas 13'245.836.
En conclusión, la cobertura de aseguramiento en salud en Colombia, ascendió el año anterior al 56.54%, con 23'919.708 personas afiliadas, cuando la meta era el 100%, según estaba planteada en el artículo 157 de la Ley 100 al establecer que "a partir del año 2000, todo colombiano deberá estar vinculado al Sistema a través de los regímenes contributivo o subsidiado, en donde progresivamente se unificarán los planes de salud para que todos los habitantes del territorio nacional reciban el Plan Obligatorio de Salud".
Inicio de la cobertura
A pesar de que uno de los problemas básicos en la definición de coberturas ha sido la deficiencia o confusión en los sistemas de información, y que los datos apenas comienzan a decantarse en los últimos años, hay algunos referentes a considerar en el proceso histórico.
El logro de la cobertura universal es un anhelo que se trata de materializar desde 1945, cuando se creó a Cajanal para cubrir a los empleados públicos; un año después nació el que es hoy el Seguro Social para atender los empleados privados y luego se multiplicaron las cajas de previsión municipales y departamentales, así como algunos seguros médicos privados y empresariales y el de la Caja Agraria. En 1965, el Estudio de Recursos Humanos en Salud y Educación Médica, reveló que la afiliación a un sistema de seguridad social alcanzaba 8.8% de la población, que aumentaba con el ingreso y el nivel de urbanización, que era mayor para hombres que para mujeres y que variaba por región, siendo mayor en Bogotá que en la Costa Atlántica (Ruiz y Torres, 1990).
Un 43.46% de la población nacional, que equivale a 18'379.695 personas, no tienen cobertura en salud.
En 1975 se crea el Sistema Nacional de Salud, en 1977 el Estudio Nacional de Salud indica que el número de afiliados cubría un 16% y para el período 1986-1989, la Encuesta Nacional de Actitudes, Conocimientos y Prácticas en Salud, CAPS, concluyó que esa afiliación había aumentado a 24% (Teresa Tono, directora del Area de Estudios del Centro de Gestión Hospitalaria).
Y según el estudio realizado por Volmar Gonzaléz, Cecilia López y Juan Carlos Ramirez (1991), el comportamiento de las tasas promedio anual de crecimiento de afiliados es irregular: 22.5% para el período 1949-59, bajó a 6.5% entre 1960-67, aumentó a 10.6% de 1968 a 1975, se redujo a 6.2% entre 1976-80, bajó aún más a 2.0% de 1981 a 1985, y ascendió a 6.5% entre 1986 y 1990.
Escenario Pre-Ley 100 1990 a 1993
Reiterando que para la época existía una apabullante confusión en los datos y estadísticas sobre cobertura, según el documento "Antecedentes y resultados de la Reforma a la Seguridad Social en Salud" del Ministerio de Salud, se concluía que "el Sistema de Seguridad, diseñado inicialmente para lograr la cobertura de la mayor parte de la población trabajadora, ha alcanzado protecciones muy limitadas. En la práctica se limita a la afiliación de los trabajadores asalariados, de los cuales cubre cerca del 50%. Esto implica que la cobertura de la población total nacional por la seguridad social, sea incluso menor al 20%".
Fedesarrollo calculaba en 1992 que cerca del 45% de los habitantes urbanos y el 80% de los rurales, no estaban protegidos ni por los sistemas de seguridad social ni por la salud de carácter público, por lo que la mayoría de la población no asegurada dependía de la entrega de servicios de las entidades públicas o del sistema "informal" o privado de la salud en "caridad".
Sea como fuere, el problema de la atención de la salud en 1993, giraba alrededor del hecho de que más del 80% de la población colombiana no tenía acceso a la atención básica en salud, y por eso el primer objetivo era diseñar un sistema que creara condiciones de acceso de toda la población al servicio de salud en todos los niveles, o sea, que aumentara la cobertura hasta universalizarla en el año 2.000 con el seguro de salud como estrategia para el acceso. Este propósito se alcanzaría mediante el aseguramiento o la afiliación al régimen contributivo, que cubriría del 60 al 70% de la población con más capacidad de pago y que podría autofinanciar el POS, y el aseguramiento o afiliación al régimen subsidiado, que cubriría al 30 o 40% restante, es decir la más pobre y vulnerable, con recursos fiscales y de solidaridad (Iván Jaramillo, 1999), y que eliminaría la asistencia social, al sustituir los subsidios a la oferta por los subsidios directos a la demanda.
El régimen subsidiado se convierte entonces en el aspecto más complejo y ambicioso del nuevo Sistema, porque carga con la responsabilidad de afiliar al grueso de la población que de otra manera no tendría garantizado el acceso al servicio de salud, y así aumenta de forma importante la cobertura.
Logros y tropiezos
Una vez puesto en marcha el Sistema, para ampliar la cobertura, además de las dificultades normales para el acondicionamiento y sostenimiento financiero, administrativo y operativo, persiste el problema para evaluar los alcances de la cobertura que se pretendía ir logrando: la recolección de información y la crisis informática en las entidades promotoras y prestadoras de salud, desde el ISS hasta todos los demás agentes públicos y privados del Sistema, que al no estandarizar su software según requerimientos de la Supersalud, arrojaban datos estimados, y una información sobre coberturas que era incluso contradictoria, alcanzando diferencias hasta del 38% en reportes de afiliados.
El director general de Aseguramiento del Ministerio de Salud, Carlos Mario Ramírez, analiza que en el régimen contributivo hubo un ingreso masivo en los tres primeros años por la entrada del grupo familiar beneficiario, sobre todo en EPS privadas y en el ISS no tanto (porque no compensaba y entonces tenía cifras por encima de lo real). De otro lado, el aseguramiento en el régimen subsidiado se inicia hacia el año 1996 y hasta 1998 se registró un incremento apreciable en la cobertura, explicado principalmente porque en la Encuesta de Calidad de Vida de 1997 muchos afiliados al Sisbén o a las Cajas de Compensación Familiar como trabajadores, se declararon como afiliados al régimen subsidiado cuando no lo eran, y porque en 1998 el ISS declaró tener más afiliados de los que en realidad tenía.
En 1999, aumentó un poco la cobertura en el régimen subsidiado y descendió en el contributivo, por la refinación de datos reales de cobertura del ISS, que al reportar retiros de afiliados y estar imposibilitado para realizar nuevas afiliaciones por la sanción de la Supersalud, presenta una disminución importante que no lo es tanto en realidad, porque simplemente se estaban ajustando a datos más reales. Al culmen del año 2.000, aumenta la cobertura en el régimen contributivo y más ligeramente en el subsidiado pero la expectativa de aumento de cobertura para el 2.001 es muy limitada, pues la intermediación está en crisis y pocos entes territoriales tienen la intención de ampliar la cobertura ante la prioridad de la crisis hospitalaria, y porque los que desean ampliar afiliación desean una financiación total del Fosyga, que no tiene un peso para ello. Sin embargo, la dificultad de acceso al servicio y la baja cobertura subsidiada de la población dispersa en los departamentos creados en 1.991: Amazonas, Arauca, Guainía, Guaviare, Putumayo, San Andrés, Vaupés y Vichada, con promedios inferiores al nacional en población NBI, llevó a la aprobación de $6.083 millones para afiliar 41.728 habitantes de sus corregimientos departamentales. "Pero, yéndonos muy bien, a diciembre de este año llegaríamos a 10 millones de afiliados en el régimen subsidiado", concluyó Ramírez.
Universalizar
Aún así, ni el más ácido crítico del Sistema, puede desconocer que el logro más importante de la Ley 100 ha sido el aumento de la cobertura de la Seguridad Social en salud, al pasar de 18 a 19% -antes de la reforma-, a 56.54% en el país el año anterior, por virtud del aumento en el aseguramiento, que partió de cero en el régimen subsidiado (afiliando población no asalariada) y que alcanzó a cubrir en el 2.000 a un 22% de la población colombiana.
En el régimen contributivo, el aseguramiento creció a expensas de la cobertura familiar del grupo dependiente (beneficiarios), ya que en realidad su cobertura de cotizantes ha disminuido por el desempleo.
Razones del fracaso
Carlos Mario Ramírez, atribuye el no logro de la universalización de cobertura a tres causas: primero, a los supuestos macroeconómicos proyectados en 1993 que no se cumplieron; segundo, a la poca solidaridad, porque quienes tienen posibilidad de aportar dentro del régimen contributivo para el subsidiado, prefieren incluirse en los regímenes de excepción, como lo vienen haciendo algunas universidades públicas, incluida la de Antioquia. Esto contribuye a aumentar el déficit de la Subcuenta de Compensación, que para este año es de $276 mil millones, y que sería $60 mil millones menor si las universidades no se retiraran. Y tercero, el déficit por el incumplimiento del Estado con el Paripassu, que de haber llegado en la cuantía definida por la Ley 100, incluso después en la Ley 344, perfectamente permitiría tener hoy unos 16 millones de colombianos en el régimen subsidiado y no a 9 millones.
Esta situación se salió de las manos por las condiciones macroeconómicas del país, y más que preocuparse por el aumento del aseguramiento, debe resolverse cómo mantener asegurados a los que están cubiertos. " Ahí está la crisis. ¿La solución está en incrementar el aseguramiento vía cobertura o vía igualación del POS, o en no transformar más subsidios de oferta a demanda para consolidar el aseguramiento actual con flujo de recursos ágiles y operativos? Si alguien dijera: Hay que reformar la Ley 100 o validar el artículo 157 para que todos los colombianos estemos afiliados a un sistema de seguro, yo diría que las condiciones económicas del país no le permitirían a un Congreso responsable hacer eso," indicó Ramírez.
El panorama económico y social se ha conjugado para que el período de transición (1993-2000) hacia la cobertura universal tome más tiempo del previsto. Para que la consolidación de los logros obtenidos no dependa exclusivamente del crecimiento económico y la recuperación del empleo, se debe reforzar entretanto el control a la evasión, la subdeclaración de aportes, la ampliación de cobertura a trabajadores independientes de bajos salarios, el impulso a políticas de ampliación de cobertura en el régimen subsidiado, la eliminación de dobles afiliaciones, el reclamo al Gobierno del cumplimiento de la sentencia del Paripassu, la clarificación de derechos de la población vinculada, la promoción de la afiliación al régimen contributivo, la desafiliación de "colados" de los estratos medios y altos del régimen subsidiado, el estímulo de la participación comunitaria en el Sistema y la focalización rigurosa del aseguramiento de la población más pobre, para apoyar de alguna forma esa universalización de la cobertura, a pesar de las graves amenazas que pesan sobre el sistema mismo.
En Bogotá, cobertura universal en el 2004
La directora de Aseguramiento de la Secretaría Distrital de Bogotá, Ana María Peñuela, señaló que tener una cobertura del 72.02% de la población de Bogotá, significa tener tres de cada cuatro habitantes afiliados a uno de los regímenes, lo que es una proporción importante, contando incluso que la población afiliada en 1995 al régimen subsidiado de 553.566 personas hoy casi se ha doblado. La experiencia en el proceso y el contar con recursos propios del Distrito para aumento de cobertura, hizo fijar como meta tener 1'240.000 afiliados al régimen subsidiado en el año 2004, con cobertura superior al 100%.
De una población calculada para el año 2000 de 6'422.793 personas, Bogotá tiene afiliados 4'625.947 (72.02%), de los cuales 3'585.979 personas (55.76%) están en el régimen contributivo y 1'043.968 (16.25%) en el subsidiado. Entre la población que no aparece afiliada al Sistema, debe descontarse aquella de regímenes especiales.
Las dificultades en aumento de cobertura en el régimen subsidiado han sido: la falta de un sistema de información confiable antes de que existiera el Comprobador de Derechos en 1998, la autorización para administración de recursos hecha exclusivamente en la Supersalud sin contar con el ente territorial, el mercadeo en el régimen subsidiado que produjo incluso falsificación de formularios y que los llevó a diseñar un tarjetón especial para la afiliación y a utilizar Código de Barras para las ARS. Con el decreto 1804, Bogotá quedó con trece ARS autorizadas y salieron catorce que adeudan sumas importantes a las prestadoras públicas y privadas del Distrito, y cuyos afiliados fueron cedidos a otras ARS o están en proceso de reafiliación.
La inversión para este año es de $153.000 millones, que casi triplica la de 1997, lo que constituye una causa del desarrollo del sistema en Bogotá. Además, una firma interventora monitorea los contratos con las ARS para mejorar la gestión.
En el régimen contributivo, se inicio el año anterior el proyecto "Cultura de la afiliación en salud", el cual tiene como objetivos: informar y formar sobre el sistema de salud; aumentar la cobertura con poblaciones especiales (empleadas domésticas, taxistas, tenderos, vendedores ambulantes, recicladores y conductores de busetas de colectivos); controlar la afiliación con el Plan "Subsidios no merecidos", que promueve la devolución de subsidios que no se necesitan (como un afiliado del régimen subsidiado que consigue empleo y entra al régimen contributivo, el afiliado a dos ARS o a dos EPS); y el control a la evasión y la elusión, junto con la Supersalud, en 277 empresas de todo tipo del Distrito.
Más cobertura cuando mejore la economía
El director seccional de salud de Antioquia, Juan Gonzalo López, explica que antes de la Ley 100, Antioquia tenía una cobertura de 10% de población afiliada al Sistema y la población con acceso a la atención en salud era el 38 a 39% de los antioqueños. Además la responsabilidad y los recursos para la atención en el Departamento estaba concentrada en Medellìn. Hoy en día la suma llega a 2'491.833 de afiliados al régimen contributivo y 1'113.324 del subsidiado en todo el Departamento, lo que representa el 61.4% de la cobertura en aseguramiento, sobre un total de 5'454.871 habitantes.
La población vinculada, entre 1'200.000 y 1'500.000 personas, deberá ser el foco de la atención departamental, porque la cobertura se ampliaría este año máximo un 5%, sobre todo en el régimen subsidiado, mientras en el contributivo se espera que despegue a mediados del año entrante, cuando se incrementaría el empleo. Medellín se demoró para entrar al régimen subsidiado, porque con un millón de personas en población NBI, apenas tiene 220.000 afiliadas al régimen subsidiado cuando debería tener 400, 500 ó 600 mil.
"El problema no es de la Ley, es estructural y depende de la marcha de la economía del país. La cobertura alcanzada representa beneficios tangibles para la gente, porque si no fuera así, la gente no se "mataría" por conseguir un carné de afiliación al régimen subsidiado; la gente demanda lo que ve, y defiende su afiliación con demandas, tutelas y toda clase de acciones", concluyó López.
Crecimiento lento
La directora de Aseguramiento de San Andrés, Elizabeth Mera, señaló que al igual que el resto del país, la afiliación al régimen contributivo presenta cierto estancamiento e incluso disminución, por la situación económica y fiscal de la isla, con despidos que cortan la posibilidad de seguir cotizando y devuelve a los afiliados al grupo de vinculados, formando un círculo vicioso entre vinculado y subsidiado. En el régimen subsidiado se dio aumento progresivo de cobertura en los últimos 4 años, ya que empezó con unos 7.000 cupos, en 1999 tenía 10.000, para este año tiene 13.852 personas y al final se espera cerrar el 2001 con 2.000 cupos más, con apoyo del FOSYGA. La economía de la isla ha decaído en los últimos años, y eso hizo crecer el grupo de vinculados.
Afiliados al Sistema General de Seguridad Social en Salud

Fuente: Superintendencia Nacional de Salud, Dane y cálculos de Fedesarrollo.

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