Decir que Colombia ya está preparada
para clonar células troncales o pre embrionarias con
fines terapéuticos, es sin duda un tema muy polémico
entre la comunidad médica y la opinión pública
del país.
Pues bien, la Comisión Intersectorial de Bioética,
adscrita al Ministerio de Salud y conformada desde el pasado
9 de junio mediante el Decreto 1101, ya se puso manos a la
obra para estudiar, analizar y formular políticas para
temas donde es necesario velar por la protección del
ser humano frente a la investigación, el desarrollo
y la aplicación de los conocimientos científicos
y tecnológicos.
"El día que se creó la Comisión
empezamos a trabajar, a informarnos sobre la realidad científica
del Glifosato, por ejemplo. La idea es que de inmediato nos
asignáramos tareas para después discutir y emitir
nuestras primeras opiniones con respecto a las fumigaciones
con este químico y con respecto al Genoma Humano, que
es el otro tema que estamos estudiando", explicó
el doctor Elkin Lucena Quevedo, Director Científico
del Centro Colombiano de Fertilidad y Esterilidad, y miembro
a su vez de la Comisión.
En un comienzo, las labores de los miembros de la Comisión
Intersectorial de Bioética será elaborar el
proyecto de ley que contendrá sus funciones, el marco
de su aplicación, los principios que lo orientan y
los miembros que lo integran. Este documento deberá
ser presentado al Gobierno Nacional en un lapso de seis meses.
Entre sus funciones también se encuentra la de ser
órgano asesor en lo que tenga que ver directa o indirectamente
con los asuntos éticos derivados de la investigación
científica, mientras se debate y aprueba el proyecto
de ley mencionado. Y por último, ofrecer consejo y
formular recomendaciones al Gobierno en asuntos relacionados
con las implicaciones éticas de las investigaciones
científicas sobre seres humanos, comunidades, menores
de edad o discapacitados, cadáveres y animales.
La idea de conformar esta organización surge de la
Declaración Universal sobre el Genoma Humano y Derechos
Humanos, aprobada por la Conferencia General de la Unesco
el 11 de noviembre de 1997, en la cual se solicitó
a los estados del mundo tomar todas las medidas apropiadas
para favorecer las condiciones intelectuales y materiales
necesarias para el libre ejercicio de las actividades de investigación
y para tener en cuenta las consecuencias éticas, legales,
sociales y económicas de dichas investigaciones.
Grupo de expertos
La Comisión Intersectorial de Bioética está
integrada por funcionarios públicos como los Ministros
de Justicia, de Salud, de Educación, de Medio Ambiente
y de Agricultura o sus delegados, y por representantes de
la sociedad civil con amplia experiencia en el campo científico,
legal y ético. (Ver recuadro).
Los miembros de la comisión deberán abordar
de manera amplia el análisis sobre los interrogantes
éticos que plantean los avances científicos
y tecnológicos cuando éstos involucren a seres
humanos y formular recomendaciones que concilien la libertad
de investigación con el respeto a la dignidad humana.
Entre los temas que ya se conoce aconsejarán al Gobierno
están unos que desatan bastante polémica y que
también son motivo de debate en otros países
del mundo, como: las implicaciones éticas de la intervención
e investigación en el genoma humano; la clonación
e investigación biomédica; fertilización
in vitro, extracción y trasplante de órganos
y tejidos, y xenotrasplantes, con individuos y comunidades,
en especial las que se realicen o pretendan realizarse en
minorías étnicas o raciales, menores de edad,
discapacitados, cadáveres y animales.
También se encargarán de estudiar y dictaminar
sobre los problemas éticos que surjan en la actividad
de los Comités Bioéticos Clínicos de
Investigación y Asistenciales de las instituciones
hospitalarias del país y que sean de interés
nacional.
Los primeros acuerdos
En la primera sesión de la Comisión de Bioética,
realizada el martes 10 de julio de 2001, se acordó
que se reunirán en día martes y una vez al mes,
con el fin de discutir los temas en dos grupos: el primero
tiene que ver con el Genoma Humano y el segundo con el Medio
Ambiente. De esta manera se cumplirá con uno de los
objetivos de la Comisión, que consiste en entregar
un documento que orientará el quehacer del Estado en
los temas de Bioética. Este documento será estudiado
por el Congreso y no desconocerá los avances en materia
de medio ambiente y de agricultura y la necesidad de definir
lineamientos generales para continuar con la investigación
y el desarrollo en estas áreas.
Los acuerdos preliminares a los que se llegaron en esta primera
reunión, también incluyen la revisión
de la normatividad vigente en esta materia, expedida por el
Ministerio de Salud, con la que vienen trabajando los Comités
de Ética Médica y los Comités de Ética
de los hospitales. Así mismo se estableció la
necesidad de estudiar los documentos que la Unesco ha publicado
sobre el tema y los avances alcanzados por la Comisión
de Bioética de Estados Unidos. Toda esta información
servirá para que los expertos señalen cuál
será la forma más adecuada de adaptar y adoptar
esas disposiciones a nuestro medio y a nuestras necesidades.
La importancia de vigilar
Según el Presbítero Jaime Llano Escobar, subdirector
del Instituto de Bioética de la Universidad Javeriana
y observador permanente de la Comisión, la constitución
de este organismo es importante por la trascendencia que tiene
la biotecnología en el mundo, pues si bien en Colombia
no se han presentado adelantos tan relevantes como en otros
países, sí se recibe mucha información
de científicos que se preparan en el exterior y que
posteriormente vienen a aplicar sus conocimientos al país.
También, porque se ha adquirido un compromiso muy alto
con el cuidado del medio ambiente.
"Los avances científicos pueden traer cientos
de implicaciones apreciables para la especie. El diagnóstico
genómico, por ejemplo, que consiste en averiguar los
datos genéticos de una persona, significa una gran
cantidad de temas para tratar: la violación de la privacidad,
la discriminación, el uso que se hará con los
consecuentes resultados, etc.", explicó Llano
Escobar.
Además, el peligro de abusar de las tecnologías
nuevas es grande e inminente. Por eso se ha llegado a acuerdos
mundiales como el convocado por la Unesco en los que los representantes
de las 187 naciones del planeta decidieron prohibir tajantemente
la clonación de seres humanos. Y aunque no se trata
de una medida de obligatorio cumplimiento, ya hay muchos países
adquiriendo un compromiso con el buen trato a la dignidad
humana , que quedará explícito de manera particular
en cada una de las legislaciones nacionales.
"La investigación y los hallazgos en la biotecnología
son algo maravilloso. Pensar que se pueden realizar diagnósticos
en embriones humanos y corregir o curarle una enfermedad mortal
a un niño antes de que nazca, es obtener grandes beneficios
en nombre de la vida", concluye Elkin Lucena Quevedo,
miembro de la Comisión Intersectorial y el primer científico
latinoamericano en obtener un bebé probeta. Subraya
el científico que es necesario que haya rigor
y respeto en la normatividad que rija, ya que un Estado permisivo
o por el contrario tremendamente extremista, sería
nefastos para los adelantos en la investigación colombiana.
|