El problema del embarazo adolescente no es la falta de educación sexual “Se embarazan para huir de los problemas del hogar”
Nathalee Giraldo - elpulso@sanvicentefundacion.com
Según la última Encuesta Nacional de Demografía y Salud el embarazo en adolescentes disminuyó en el país al pasar de 19,5 en 2010 a 17,4 en 2015 (año de la última evaluación) hecho que ha sido presentado en los balances del Ministerio de Salud y Protección Social como uno de sus principales logros. Sin embargo en las zonas rurales, por ejemplo, continua mostrando una alta presencia con un 24,8 comparado con las urbanas que estaría en el 15,1, aunque en ambas zonas se observa una disminución.
El problema de las estadísticas es que posibilitan análisis optimistas a veces de manera apresurada, y que en el caso del embarazo a temprana edad (entre los 15 y 19 años en la población analizada por la ENDS) camufla las condiciones que generan los fenómenos, las cuales a veces subsisten a pesar de que aparentemente se haya dado un mejoramiento en el panorama general. De ahí que sea necesario indagar en otras instancias el estado real de los hechos.
Para la Personería de Medellín es muy preocupante haber identificado que en 2017 se presentaron más de 5 mil casos de mujeres adolescentes y niñas embarazadas entre las edades de 10 y 18 años de edad. Frente al tema el personero Guillermo Durán asegura que la situación “no se debe a que no exista educación sexual, de hecho en este momento los jóvenes pueden dar casi una catedra de educación sexual”.
Para el personero la preocupación del alto número de casos de embarazos se debe a que en muchas oportunidades hay violencia dentro del hogar, o niñas que han vivido violencia no solo física o familiar sino también violencia sexual y que a los 12,13 o 14 años “ellas encuentran una salida a sus problemas embarazándose de un joven para buscar una vida como mujer.”
Estas afirmaciones para la entidad de derechos humanos se convierten en la hipótesis que cobra más fuerza, debido a que los embarazos que se conocen no se deben a un embarazo accidental, y por el contrario se enmarcan dentro de casos de violencias que se presentan al interior del hogar y que también se estaría convirtiendo en un escape de lo que viven los adolescentes.
“Nosotros vemos que en muchos estratos como por ejemplo estratos medios-altos son jóvenes que no tienen embarazos adolescentes, lo contrario son los estratos medio a bajo, que son los que más tienen embarazos, los jóvenes que tienen una mejor condición social y que tienen la misma educación en muchas oportunidades no tienen esa clase de inconvenientes.” El personero advierte que una de las soluciones es que el tema de la familia, la salud y los jóvenes se deben complementar desde la institucionalidad.
“Para las adolescentes quedar embarazadas es sentirse importantes”
Cristina Cano, Coordinadora del Centro de Salud de Campo Valdés de Metrosalud, tiene muchas preocupaciones entre ellas la más importante es el embarazo en niñas y adolescentes, “a pesar que hacemos charlas, nos contactamos con los colegios y a través del programa de higiene oral traemos a estos jóvenes al centro de salud y los vinculamos al programa joven sano; en esos programas tratamos de venderle la idea de lo difícil que es tener un bebe siendo adolescente y todas las consecuencias que puede traer, las complicaciones implícitas del mismo embarazo y que siendo adolescente no están formadas completamente.
El centro de salud trabaja con los colegios que están alrededor, quienes entregan a los niños un bebé de juguete que es pesado, llora, le tienen que dar tetero, cambiar el pañal, ellos tienen una manilla que los conectan con el bebé y de esta forman reúnen varios programas para realizar un cubrimiento integral para evitar embarazos.
“Tenemos niñas embarazadas desde los quince años y hay que hacerles todo el cubrimiento en salud, es una problemática frecuente en el sector y es algo en lo que debemos impactar, están quedando embarazadas desde muy temprana edad por la cultura de la zona, para ellas es como volverse importantes, como ser adultas al tener su bebe y puede ser en algunos casos la manera de “amarrar” a la pareja”.
Para ayudar a la disminución del número de casos, Metrosalud trata de integrar a las familias de manera completa, con programas de planificación y el programa de Joven Sano que en combinación con otros programas abarcan toda la familia.
“Aunque en años pasados se observaba que las abuelas tenían hasta 13 o más hijos, las familias eran numerosas, esas condiciones han cambiado, y esos números siguen disminuyendo; las mujeres hoy tienen más oportunidades de estudiar, generar ingresos y por eso es muy complicado cuando una adolescente elige el embarazo como opción de vida, con muchas implicaciones sobre su salud y de sus bebés.” Añadió Cano.
El embarazo adolescente genera mayores costos al sistema de salud
Según los antecedentes históricos de la Secretaria de Salud de Medellín, las personas jóvenes en las aseguradoras, tanto en el régimen subsidiado como en el contributivo ha variado. Según Claudia Arenas Secretaria de Salud advierte: “estamos observando un grupo poblacional joven que está en el régimen subsidiado, este régimen tiene un mayor número de afiliados en edades tempranas, en lugares donde se presentan las mayores tasas de fecundidad.”
Los registros de la Secretaria de Salud informan que la tasa de natalidad en Medellín es de 11,8 por cada cien mil afiliados, donde en el régimen subsidiado se encuentra en un 14,1, mostrando una natalidad mucho mayor que al contributivo. “En la tasa de fecundidad, mientras que la ciudad tiene 44 por mil, en el régimen subsidiado es de 58.1 esto genera un impacto en la salud, que se está marcado en la población pobre y vulnerable, lo que además produce mayores tasas de atención y por ende un mayor costo en la salud.” Aseguró Arenas.
En el perfil demográfico y epidemiológico el embarazo adolescente en Medellín en mujeres entre los 10 a 14 años se ha incrementado en el régimen subsidiado mientras en el régimen contributivo ha aumentado en las edades de 15 a 19 años.
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