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El Instituto Nacional
de Salud ajustó un siglo de funcionamiento,
a lo largo del cual ha liderado la investigación
y la vigilancia
epidemiológica en el país y a su vez se
ha perfilado como una
de las instituciones más sobresalientes del continente. |
El desarrollo del
suero antirrábico y del antidiftérico -que para
la década de 1920 no existían en América
-, la producción de las vacunas antiviruela, antituberculosa,
triplebacteriana y contra la fiebre amarilla décadas
más tarde; la realización de la primera Encuesta
Nacional de Salud en los años 50 para tener un panorama
de la morbilidad y mortalidad en Colombia, y la construcción
en la misma época de acueductos veredales y sistemas
de limpieza para reducir las muertes por diarrea en zonas rurales;
fueron algunos de los hitos más importantes del Instituto
Nacional de Salud -INS- hacia mediados del siglo XX.
En los últimos 50 años ha tenido logros no menos
destacables, como la consolidación de un sistema de vigilancia
epidemiológica, que en palabras de la doctora Martha
Lucía Ospina, directora de la institución, hoy
es el mejor del continente. |
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Dicho sistema, conocido
como Sivigila, permite hacer un estudio personalizado de la
evolución de algunas enfermedades y se diferencia del
esquema de otros países donde se hace un seguimiento
por grupos y no por individuos; tiene un papel relevante en
la contención de epidemias, pues da alertas a tiempo
y permite actuar oportunamente.
La producción desde hace 45 años del suero antiofídico
más efectivo en el país para la mordedura de serpientes,
es también una de las insignias del Instituto Nacional
de Salud. Hace poco se obtuvo suero de serpiente de coral, el
cual es escaso y costoso, un esfuerzo importante en un país
donde según la doctora Ospina, se presentan más
de 4.200 accidentes ofídicos al año. |
Lo
que viene para el Instituto
En 2017, cuando llega a un siglo de trabajo, el Instituto
sigue fortaleciendo la investigación básica en
temas como el manejo de la leishmaniasis, la enfermedad de chagas
y la tuberculosis resistente. Igualmente, se inauguró
un bioterio, para criar y mantener animales de laboratorio,
considerado como el más moderno de América Latina,
donde se realizó una inversión de 19 mil millones
de pesos y se trabajará en conjunto con la Universidad
Nacional y otras instituciones en la experimentación
con animales libres de patógenos; de acuerdo con un informe
de El Tiempo, el nuevo espacio ya recibió certificación
por cumplir los más altos y exigentes estándares
establecidos por la ciencia de animales de laboratorio en el
mundo.
Asimismo, se dio apertura al Centro de Emergencia en Salud Pública,
inaugurado por el presidente Juan Manuel Santos, quien manifestó
que tenemos uno de los mejores sistemas de vigilancia
de epidemias en la región, con el que hemos controlado
el dengue, el chikunguña y el zika, y con el que permanecemos
alerta ante la llegada de nuevas amenazas. Este centro
permitirá vigilar potenciales epidemias y cuenta con
tecnología avanzada y un sistema de monitoreo y respuesta
que permite actuar rápidamente ante las emergencias declaradas
por el Ministerio de Salud.
En el momento, el INS adelanta una investigación en coordinación
con los Centros para la Prevención y el Control de Enfermedades
de Estados Unidos (CDC) para establecer un diagnóstico
sobre el virus del Zika, a raíz de la cual se están
realizando tres estudios, uno de ellos sobre la relación
entre el comportamiento del Guillain-Barré en Barranquilla
y el Zika. Los otros dos están próximos a iniciar,
entre estos, el estudio ZEN, que hará un seguimiento
a cinco mil embarazadas junto con sus parejas e hijos durante
cinco años para observar el origen y la incidencia del
virus en esta población, su evolución en el tiempo
y las alteraciones que se presenten.
El ZEN, aunque comenzará en Barranquilla, también
incluirá las ciudades de Soledad, Cúcuta, Bucaramanga
y Tuluá, y es resultado de la reunión entre los
presidentes Juan Manuel Santos y Barack Obama en febrero de
2016. La escogencia de Colombia tuvo, entre otras razones, la
capacidad de investigación y el sólido sistema
de vigilancia nacional del INS, dice uno de los últimos
boletines informativos de la entidad.
Como instituto de ciencia, tecnología e innovación
referente en el país y el continente, el INS tiene en
la mira varios retos para continuar consolidándose; de
acuerdo con su directora, uno de los sueños es la construcción
de un vivario con animales ponzoñosos para producir antivenenos
que hacen falta en el país como el antialacrán,
el antilonomia o el antiarácnido.
Para el pleno desarrollo de su quehacer, el instituto requiere
de una inyección fuerte de recursos, muchos de los cuales
gestiona a través de convenios de cooperación
internacional. Este año se espera por parte de sus directivas,
la edición presupuestal del Ministerio de Hacienda para
continuar financiando sus actividades y seguir cumpliéndole
al país.
Hoy, un siglo después de sus inicios como laboratorio
privado y luego de haber sido gestor de grandes avances en salud
pública en el país, el INS no baja la guardia
y sigue siendo, como lo dice su directora, los ojos del
sistema de salud que acompaña a los territorios y responde
ante una alarma. |
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