MEDELLÍN,   COLOMBIA,   SURAMÉRICA    AÑO 6    NO 79    ABRIL DEL AÑO 2005    ISSN 0124-4388      elpulso@elhospital.org.co






 

INFORME PARA EL SECTOR SALUD
El racionamiento en salud
Francisco de Paula Gómezdepaula@netcard.net.co
Con reiteración se observa resistencia por parte de importantes sectores a hablar acerca de salud en términos económicos, pues consideran que el acto médico es, por encima de todo, un acto ético y un acto humano.
Aunque esa aseveración es correcta, también lo es que todas las actividades en salud pueden ser valoradas económicamente, debido a que para poder llevarlas a cabo se utilizan recursos económicos, humanos, tecnológicos, y estos recursos implican costos. También es corriente, que debido a que muchos de quienes deciden no tienen contraparte, sienten tentación de tomar decisiones poco fundamentadas, para terminar desarrollando modelos de gestión que a la larga son incorrectos. Tal es el caso que se observa extendidamente en nuestro sistema con la aplicación del “racionamiento” en salud.
Pretendo abrir una discusión amplia sobre la conveniencia del uso de técnicas de racionamiento en salud, pues a pesar de lo mucho que se debate el tema en el mundo, en nuestro medio apenas si se habla de ello. También está suficientemente claro que para construir un sistema sostenible de largo plazo con criterios de responsabilidad social y ética, es importante limitar su uso indiscriminado, como intentaré demostrarlo.
Brindar servicios de salud a la población en general es cada vez más complejo, y es aceptado universalmente que sin importar el tipo de sistema de salud que un país tenga implementado, nunca estará lo suficientemente satisfecho con él. Obviamente existen grados diversos de aceptación o rechazo hacia un determinado sistema, de acuerdo con su capacidad para responder a la población por una atención adecuada de servicios de salud en relación con la disponibilidad de los recursos existentes.
Debido a que los recursos siempre se muestran escasos para atender las necesidades de salud, se han diseñado herramientas de planificación económica en salud para lograr el más alto desempeño posible con la mejor asignación de recursos dentro de cualquier sistema, conocidas en su conjunto como Técnicas de Racionalización (1). La racionalización en salud interrelaciona conceptos de eficiencia, eficacia, calidad, costo/beneficio, ética, evaluación de tecnología, etc. mediante procesos de planificación y prospectiva.
Infortunadamente y utilizando las premisas que fundamentan la Racionalización, ha venido haciendo carrera dentro del Sistema General de Seguridad Social en Salud (SGSSS) colombiano el uso intensivo del Racionamiento de servicios de salud, como manera predominante de controlar gastos en varios niveles del sistema: dirección y modulación, aseguramiento y administración de planes, y prestación de servicios. Se observa que se trata de controlar el gasto vía racionamiento de servicios e insumos, sin entender que no es el único camino y que es sólo una de las formas de hacer eficiente un servicio, además de ser la menos elaborada y de resultados más discutibles.
La palabra racionamiento proviene del latín ratio que significa medida, su origen fue de aplicación militar y expresaba “la acción y efecto de dar raciones a la tropa”; con el tiempo su significado se ha transformado a “limitar un reparto en tiempos de escasez”. De acuerdo con la Latin America and Caribbean Regional Health Sector Initiative (2), el racionamiento en salud es un “Método de asignación de recursos en la atención de la salud”. Como herramienta para el control del gasto tiene validez, sólo cuando:
A. Su aplicación está impuesta por necesidades, imponderables o condiciones no modificables.
B. Porque sea dirigida y no haga parte de una respuesta tardía a la falta de planificación.
C. No está relacionada con objetivos que se separan de la misión de atender necesidades de salud.
D. No coloquen en riesgo el estado de salud de las personas.
E. No vaya en contra de principios éticos, morales o legales.
F. No discrimine.
Desde esa perspectiva, se acepta que los sistemas de salud y sus agentes hagan uso en alguna medida de técnicas de racionamiento de servicios, pues los recursos económicos son escasos y la necesidad es siempre superior a la disponibilidad de los mismos; adicionalmente, está claro que algún grado de racionamiento termina por modular la demanda de servicios de salud, que sin ese grado de control terminaría afectada por necesidades que tienden a ser infinitas. No obstante, estrategias de control del gasto, expresadas solo mediante racionamiento, pueden volverse en contra de quien las promueve si no hacen parte de un plan de trabajo bien estructurado, afectando además la salud de quienes son objeto de ellas; igualmente, comportan una trasgresión a la ética y a la salud como derecho conexo con otros derechos fundamentales según la Constitución.
Son variadas las formas de racionamiento en salud, los cuales asimismo cambian con su contexto. Hemos diseñado una tabla comprehensiva con 30 formas de racionar servicios de salud, indicando dónde es más factible que éstas se utilicen, sin pretender señalar en particular a algún actor del SGSSS como fomentador de su uso.
La marca con una “X” en alguna de las casillas señala la presencia de una forma de racionamiento según el nivel del sistema. Posibilidad de uso de esa forma de Racionamiento: XXX: Alta, XX: Media, X: Baja.
Fuente: Cámara Sectorial de Salud ANDI
El racionamiento sin duda se fundamenta en la máxima utilitarista de "lograr el mayor beneficio para el mayor número posible", aseveración que por supuesto responde a una lógica correcta, pero que no basta para justificar su uso intensivo en salud. En ese sentido se ha venido abriendo paso la necesidad de plantear condicionamientos a las decisiones orientadas a racionar servicios de salud, que han sido resumidos por la Catholic Health Asociation (5) y que enumero por su valor técnico y no por motivos confesionales:
1. La necesidad del racionamiento de los recursos sanitarios ha de ser demostrable.
2. El racionamiento ha de estar orientado al bien común.
3. Un nivel básico de prestación sanitaria debe estar a disposición de todos.
4. El racionamiento debe ser para todos.
5. El racionamiento debe ser el resultado de un proceso abierto y en el que participan todos.
6. La prestación sanitaria de las personas con desventajas, tiene una prioridad ética.
7. El racionamiento debe estar libre de toda discriminación injusta.
8. Los efectos sociales y económicos del racionamiento de prestación sanitaria deben estar sujetos a control.
El uso incongruente del racionamiento en salud genera acumulación de demanda, pues en la medida en que se posterga o se evita la atención, la necesidad no solo persiste sino que tiende a empeorar, debido a que la enfermedad como proceso dinámico que es, tiende a evolucionar negativamente en los casos en los que la atención requerida no es suministrada oportuna y apropiadamente. Así, una simple hipertensión esencial terminará en un accidente cerebrovascular, una diabetes en una insuficiencia renal o la ausencia de un control prenatal eficaz en una eclampsia severa, condiciones que requieren mayores intervenciones y compromiso de nuevos recursos. Esta acumulación de demanda es particularmente grave para el caso de enfermedades crónicas, y nadie ha medido su posible impacto y los extra-costos que podría generar a mediano y largo plazo.
El racionamiento frecuentemente logra equilibrios falaces y efímeros, por lo que es una herramienta peligrosa cuando de atención en salud se habla, no importa el nivel del sistema en el cual se desarrolle. Igualmente, al posponer o negar servicios en un eslabón de la cadena, se los endosa -con
extra-costos incluidos- al siguiente agente que deba hacerse cargo: la colocación de una prótesis con un material de baja calidad, la no resolución de un problema de salud determinado o la negación de un servicio, estallará en una atención posterior de la cual alguien tarde o temprano tendrá que hacerse cargo. “Solucionamos el problema urgente, la complicación seguramente le tocará a otro” o “mi única prioridad es el gasto”, etc., son frases que se han vuelto comunes en nuestro sistema, que denotan crisis de valores y señalan la aplicación de racionamiento. No me quedan dudas que bajo esas condiciones, el resultado para el SGSSS y para la población en general concluye en grave acumulación de demanda e in-cremento de la carga de la en-fermedad, convergiendo en un des-ahorro para las condiciones futuras de los colombianos.
También hay que decir, que con lo común que es la práctica del racionamiento en salud en nuestro medio, podría interpretarse ésta como una condición forzada en el sistema y que bien pudiera ser un síntoma de no sostenibilidad del SGSSS. Aunque esta hipótesis no puede darse por sentada, sí amerita un análisis mas cuidadoso.
Finalmente, debemos recordar que hasta ahora la razón de ser del SGSSS, las personas, no pueden obviarse a la hora de hacer este análisis, pues la sociedad en su conjunto afecta el proceso: en la medida en la que la gente entienda y utilice los servicios de salud de manera racional y tenga una noción acerca del esfuerzo que implica brindarles los servicios, es probable que no requieran racionamiento por defecto. La educación en el auto-cuidado con seguridad ayudaría enormemente para bajar la presión por servicios de salud y seguramente más que racionamiento pudiera aplicarse racionalización de servicios de salud. Sólidos programas de Promoción de la Salud y Prevención de la enfermedad, con seguridad tendrían impacto positivo para el sistema, colaborando para salir de la senda del Racionamiento y entrar en la de la Racionalización de Servicios de Salud.
NOTAS
(1). Racionalización: Determinar, organizar según cálculos o razonamientos. Hacer más eficaz y menos costoso un proceso de producción. Implica el uso de la razón para el análisis y la toma de decisiones.
(2). Programa conjunto de la Organización Panamericana de la Salud, OPS, y de la Agencia Internacional para el Desarrollo de los Estados Unidos, USAID. http://www.lachsr.org/
(3). En nuestro caso, Ministerio de la Protección Social.
(4) Incrementan la posibilidad de racionar servicios cuando prestan los mismos a través de contratos de capitación.
(5) http://chausa.org
 
Otros artículos...
Por fallas técnicas en el nuevo proceso de compensación - Sistema de salud colombiano estuvo al borde del colapso
En el Hospital Universitario San Vicente de Paúlo - Experiencia y resultados en
Grupos Relacionados de Diagnóstico (GRD)
Torre de Babel
En el Hospital Universitario San Vicente de Paúl: Un hígado para dos - Con la técnica split, primer trasplante hepático doble en Colombia
Ronelly S.A. - 25 años al servicio de la saludo
Cooperación internacional para salud: un camino pedregoso por financiación
El racionamiento en salud
Esperanza por nuevo hospital universitario en Cartagena - La entidad ya estaría constituida en papel y tendría gerente
Cinco para el 2005: Cinco razones para perdonar
Aplazado el traslado de afiliados del régimen subsidiado
Antioquia buscaría cobertura universal en salud este año / Restringirían venta de antibióticos en Bogotá
En última ronda de negociación del TLC se definirán temas sensibles - Continúa en la cuerda floja acceso de colombianos a medicamentos en TLC
Nuevas áreas y productos en Planta Farmacéutica de Corpaúl
País & Niñez: Plan “País por la infancia”: compromiso de Colombia
Medicamentos y acciones contra tuberculosis / Certificada Clínica del Prado
Nombrada nueva gerente de Metrosalud / Cardiología de avanzada en Clínica Medellín El Poblado / En Bucaramanga Continúa transformación del Hospital Ramón González Valencia
Recuperar el sueño del médico
 
 

 



Arriba

[ Editorial | Debate | Opinión | Monitoreo | Generales | Columna Jurídica | Cultural | Breves ]

COPYRIGHT © 2001 Periódico El PULSO
Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción a cualquier idioma sin autorización escrita de su titular
. Reproduction in whole or in part, or translation without written permission is prohibited. All rights reserved