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En última ronda de negociación
del TLC se definirán temas sensibles |
Continúa en la cuerda
floja acceso de colombianos a medicamentos en TLC
Redacción
El Pulso elpulso@elhospital.org.co |
Mientras Estados Unidos pretende
patentar plantas y animales, aumentar el período de protección
de patentes, imponer patentes de segundos usos, modificar las
salvaguardas en caso de emergencia, entre otros, el negociador
colombiano, Hernando José Gómez, afirma que está
dispuesto a flexibilizar en temas que no tengan impacto en los
precios de los medicamentos.
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A una ronda de finalizar
las negociaciones del Tratado de Libre Comercio (TLC) entre
Colombia, Perú y Ecuador (andinos) con los Estados Unidos
(EU), el tema de Propiedad Intelectual (PI) continúa
siendo sensible para los negociadores, sobre todo si se tiene
en cuenta que lo que está en juego para los norteamericanos
es un asunto comercial y para nosotros un asunto social, en
el que se debe defender el acceso real de los andinos a los
medicamentos y la defensa del derecho a la vida en conexión
con el de la salud.
Así lo sostuvo Luz Elena Castrillón, Directora
del Centro de la Ciencia y la Investigación Farmacéutica
(CECIF), quien además afirmó a El Pulso que Estados
Unidos quiere por cualquier medio defender una posición
comercial de monopolio para mantenerse en nuestros mercados
con precios altos y con una posición privilegiada de
protección, pues hoy una libre competencia de precios
no les interesa, porque los colombianos -dados los esfuerzos
que la industria farmacéutica realizó en los últimos
10 años para elevar el nivel de desarrollo tecnológico
de sus proceso manufactureros- hemos hecho posible el poder
competir en el mercado internacional y también en el
mercado local con productos genéricos de calidad equiparable
a la calidad de los que ellos ponen en esos mercados, y los
norteamericanos siempre utilizan los mecanismos de la protección
cuando en términos de competitividad pueden perder peso
en la comercialización internacional.
No obstante, y reconociendo que se trata de un asunto netamente
comercial para el negociador más poderoso (Estados Unidos),
que presionará con todo en la mesa de negociación
para que sus deseos se conviertan en órdenes en estos
países, los ministros responsables de salud y comercio
exterior de las tres naciones andinas, en un acto no se sabe
si de valentía o de buena voluntad, pactaron un consenso
(marzo 1º de 2005) en el que ratificaron su compromiso
ineludible con la defensa de los intereses de la salud pública
en general, y del acceso a los medicamentos en particular, tal
como en su momento fuera suscrito por los integrantes de la
Organización Mundial del Comercio en la Declaración
Ministerial de Doha. Igualmente, los ministros afirmaron que
la negociación estará condicionada a la flexibilidad
de la delegación estadounidense en las mismas materias,
"las cuales no deben menoscabar la protección de
la salud pública".
Temas sensibles en la negociación
Estados Unidos está dejando para el final los temas sensibles
de la negociación: propiedad intelectual y agro, aspecto
que preocupa porque, tal y como lo afirmó el presidente
de la Asociación Nacional de Industriales (Andi), Luis
Carlos Villegas, durante el Foro de la Industria Farmacéutica
en Cartagena (noviembre 8 y 9 de 2004), cuyo tema central fue
el estado de las negociaciones en el TLC: Esto puede servir
como elemento de persuasión para beneficiar la posición
norteamericana. Asimismo, y tal como sostiene la directora
del Cecif, puede considerarse como una estrategia que
están utilizando para dejar calmar nuestros ánimos
y que las banderas que estamos enarbolando los colombianos pierdan
la fuerza de nuestros compromisos sociales, y ellos nos exijan
al último minuto una negociación del paquete completo.
En ese paquete está el tema de Propiedad Intelectual,
y en éste, el país está dejando para el
final de la negociación temas como la extensión
en el período de protección de patentes de 20
a 25 o 30 años, el otorgamiento de patentes a segundos
usos, a pequeñas modificaciones, a la biodiversidad y
al conocimiento tradicional, y uno que por sus consecuencias
en materia de salud pública podría ocasionar una
catástrofe: la abolición de las salvaguardas (licencias
obligatorias e importaciones paralelas), que permiten a los
países defenderse en caso de emergencia y abusos de las
multinacionales farmacéuticas. |
Con los acuerdos
bilaterales de comercio Latinoamérica exportará,
tal vez, muchas más flores, con el riesgo de quedarse
sin una sola flor para el entierro de aquellos que morirán
a causa de la falta de medicamentos esenciales
Germán Velásquez - OMS
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No obstante, para los
investigadores del Cecif, estas pretensiones del gobierno
norteamericano son asuntos que, aunque aparecen en el centro
de la discusión actual, no son el meollo del problema
por resolver. Afirman que el tema más delicado
de la negociación se centra en las exigencias de los
norteamericanos, para que una vez expirada la patente
del medicamento o vencido el período de protección
a los datos de prueba, quienes quieran solicitar el registro
para el medicamento genérico deban realizar nuevamente
los ensayos clínicos que, además de extremadamente
costosos y riesgosos para la población sujeta a estas
pruebas, son científicamente innecesarios.
Lo que está en juego
Si bien los negociadores del gobierno colombiano parecen tener
relativamente claro que lo que está en juego es el acceso
real y oportuno a medicamentos de buena calidad y bajo costo,
no se puede tapar el sol con un dedo y desconocer que Estados
Unidos busca proteger el interés de sus multinacionales
farmacéuticas, exigiendo entre otros aspectos el aumento
en la protección a las patentes y a los datos de prueba
de los medicamentos. Sin embargo, este no es un asunto preocupante
según la directora del Cecif, quién argumenta
que los norteamericanos tienen la intencionalidad de velar su
verdadero interés desviando la atención hacia
otros aspectos, mientras su verdadera pretensión gira
en torno de no perder su posición privilegiada
en un negocio que genera un valor agregado bastante interesante
si se le mira en términos relativos, o mejor, si se le
compara con la rentabilidad que se podría generar en
otras actividades económicas.
Y afirma la doctora Castrillón: La verdad es que
cuando se trata de medicamentos, los Estados Unidos (EU) disfrazan
sus intereses con argumentos más allá del lenguaje
y de las reglas de juego del comercio. Este mercado además
de ser interesente desde la rentabilidad, es un mercado creciente
en los países la-tinoamericanos; algunos afirman, que
nuestro mercado no es importante para EU porque lo medimos con
la va- riable "ventas anuales en medicamentos" y esto
es errado: lo deberíamos medir en términos de
demanda y ahí quedaría clara la posición
de los productores de EU de buscar mercados crecientes, jóvenes
y enfermos, pues los países desarrollados tienen pirámides
poblacionales en franco descenso. Somos un mercado interesante
en términos de demanda y producimos genéricos
de calidad comparable a la de ellos: eso genera para EU una
oportunidad y una amenaza que se resuelve a la manera de ellos,
con medidas proteccionistas de comercio como las que quieren
hacer prevalecer en el TLC.
De tal modo, lo que está en juego son los miles de millones
de pesos que genera la industria farmacéutica cada año,
según explica José Guillermo Castro Londoño,
Coordinador de la Comisión de Calidad de la Mesa de Medicamentos
de Antioquia, al afirmar que solo el mercado colombiano
de medicamentos representó para el año 2002 una
cifra cercana a 1.500 millones de dólares, equivalentes
a 3.75 billones de pesos, que corresponden al 36% del total
del gasto en salud para el mismo año.
Asimismo lo mostró un estudio de Fedesarrollo, donde
se evidenció que las diferencias de precio en Colombia
entre productos en condiciones de monopolio y en condiciones
de competencia, oscilan alrededor del 67%. Así
las cosas, de aprobarse los 'pedidos' de Estados Unidos sobre
Propiedad Intelectual, tendríamos 777 millones de dólares
anuales de sobrecosto en los medicamentos (1 billón 845.531
millones de pesos). A valor de la Unidad de Pago por Capitación
Subsidiada (UPC-S), representa la cobertura de 9'051.779 colombianos
pobres, concluyó Castro Londoño.
Igualmente, en las negociaciones del TLC está en juego
la posibilidad de tener un desarrollo independiente, auto
sostenible y con justicia social, mediante la redistribución
del ingreso y de la riqueza, según declaró
a El Pulso el profesor de la Universidad Nacional, sede Bogotá,
Álvaro Zerda.
Futuro incierto
Para Germán Holguín Zamorano, director de Misión
Salud, si los negociadores continúan con la posición
férrea de defender el acceso a los medicamentos sin cambiar
los criterios de patentabilidad ni renunciar a los mecanismos
de protección que el país tiene establecidos,
como las licencias obligatorias y las importaciones paralelas,
y ratificando la orden del presidente colombiano de que solo
se negocien tres temas de medicamentos: 1) alargamiento de patentes,
2) publicación de las solicitudes de registro sanitario
sin establecer una vinculación entre patentes y registro,
y 3) protección de datos de prueba con base en el decreto
2085 mejorado, esto es, que solamente proteja entidades químicas
realmente nuevas, es posible no causar daño a la
salud pública. De lo contrario el daño será
grande, en términos de bloqueo de los medicamentos genéricos
económicos, incremento del monopolio de las multinacionales,
aumento de precios, pérdida de acceso de la población
de escasos recursos, mayor sufrimiento y muerte, afirmó.
Y según los resultados de un estudio de la OPS/OMS en
Colombia, si se fortalecieran las medidas de propiedad intelectual
sobre el acceso a medicamentos, de acuerdo con los intereses
manifiestos de EU en las negociaciones del TLC, el país
tendría que asumir un impacto económico en los
próximos años superior a los 4.900 millones de
dólares, que representa el acceso a medicamentos de cerca
de 28 millones de colombianos. Cualquier pacto comercial
que afecte la Política Farmacéutica Nacional debe
construirse cuidadosamente, para no hacer peligrar con sus negociaciones
el acceso de vastos segmentos de la población a las medicinas
genéricas por proteger la propiedad intelectual,
afirmó el Representante de OPS/OMS en Colombia, Pier
Paolo Balladelli.
El debate continúa, y el tiempo se acaba para los negociadores
del gobierno colombiano, pues este 18 de abril en Perú
tendrán en sus manos la responsabilidad de defender los
intereses de los ciudadanos por encima de cualquier pretensión
económica, además de impedir que como dijera alguna
vez el director del Departamento de Cooperación Técnica
para Medicamentos Esenciales de la Organización Mundial
de la Salud, Germán Velásquez, con los acuerdos
bilaterales de comercio Latinoamérica exportará,
tal vez, muchas más flores, con el riesgo de quedarse
sin una sola flor para el entierro de aquellos. |
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Acoger Consenso
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de Barcelona y no negociar por ahora TLC
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El
Coordinador de la Mesa de Medicamentos de Antioquia, médico
farmacólogo David Eloy Guerra, hizo esta observación:
Son incontables los eventos en los que se ha tratado analizar
el proceso de negociaciones del TLC, de manera que los expertos
han expresado sus opiniones hasta la saciedad, pero llama la
atención el que no se hayan fijado en un pequeño
detalle: El Consenso de Barcelona aconseja no aplicar el modelo
neoliberal en los países pobres y en vía de desarrollo,
y como sabemos, el TLC es una estrategia de globalización
estructurada desde el modelo de desarrollo del Capitalismo Liberal
(Neoliberalismo). Para ilustrar a quienes desconocen las implicaciones
del consejo del Consenso de Barcelona, vale recordar que fue
firmado por economistas tan prestigiosos como Krugman, Stiglitz,
Williamson, mismos que en el Consenso de Washington a comienzos
de los años 80 dieron origen al neoliberalismo y todas
sus estrategias.
Y agregó: Entonces el detalle es: ¿Por qué
no hacer caso a este consejo y no negociar, por ahora, el TLC
con Estados Unidos, sobre todo cuando se vislumbra como principal
amenaza a la salud pública de los pueblos afectados por
estas negociaciones (Colombia, Perú, Ecuador y otros
más), el que los negociadores estadounidenses 'no aceptan
el Consenso de Doha' como referente en la negociación
de la propiedad intelectual de los medicamentos? Colombia debe
buscar otras alternativas de mercado y/o nuevas condiciones
de negociación, donde se le de prioridad a los intereses
comunes de los pueblos y no a los intereses particulares de
una u otra industria, buscando sí los más excelentes
criterios de calidad en medicamentos para no 'matar' al pueblo
con ensayos, y sin sacrificar el acceso a los mismos, ya que
por no acceso también se 'matan' personas. |
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