MEDELLÍN,   COLOMBIA,   SURAMÉRICA    AÑO 6    NO 79    ABRIL DEL AÑO 2005    ISSN 0124-4388      elpulso@elhospital.org.co






 

 

En los últimos años se cuestiona severamente las horas de trabajo a que están expuestos los residentes en programas de postgrado de cualquier área médica. Muchos nos preguntamos después de un turno de 24 o 36 horas, ¿cómo fue posible lograrlo? Y luego en un período de 3 días, estar nuevamente en la misma rutina y tomar siestas en conferencias, rondas, almuerzos, pues sencillamente el cuerpo lo pide. Muchos también experimentamos esta necesidad fisiológica cuando buscamos un poco de distracción fuera del ambiente hospitalario. Al caer dormidos en una fiesta o en una sala de cine, la “siestica” se
convierte en motivo de discusión, pues viene el reproche de “¿por qué estas tan cansado? ¿Qué te pasa? ¿Estás enfermo? O, ¿doctor, Usted se siente bien?”.
En otras ocasiones, el mismo hospital es testigo de otra aventura más cuando por medio de un paciente, un poco preocupado por el doctor, nos vemos sujetos a interrumpir el feliz sueño de nuestro colega que duerme apaciblemente en el consultorio. Todo esto como consecuencia de una deprivación del sueño crónica y parcial. Una historia repetida por las diferentes generaciones de médicos que muchas veces en tono heroico, nos encargamos orgullosamente de corroborar una y otra vez la gran resistencia que hemos adquirido para estar despiertos, sin entender las consecuencias negativas de esta falta de sueño.
Muchas veces el médico se ve expuesto a extensos horarios por la presión económica a la cual se ve sujeto. Esto, consecuencia de un sistema en el cual el médico se convirtió en un comodín que se adapta a lo que sea con tal de lograr mantener ciertas aspiraciones económicas para así supuestamente mantener dignidad en su vida. Si el médico colombiano está expuesto a este tipo de horario y carga laboral, esto mismo no deja de ser una gran preocupación en el sistema de salud en los Estados Unidos.
Períodos de sueño de residentes en EU
El promedio de horas de sueño del residente estadounidense de primer año -internship- es de 5.7 horas por noche, y para el segundo año de residencia aumenta en 13.8 minutos por noche. En evaluación a 1.600 residentes de 21 especialidades en primer año, se mostró que los patólogos tienen el mayor promedio con 6.9 horas de sueño por noche. Cirugía general obtuvo el honroso primer puesto con 5 horas promedio de sueño por noche.
Como bien se sabe, el sueño es algo variable según el individuo y su fisiología, pero se recomienda en general 8 horas de sueño para un desempeño óptimo al día siguiente. En una encuesta realizada entre 5.616 residentes de primer y segundo año, cifra equivalente a 15% de residentes en los Estados Unidos registrados por la AMA (American Medical Asociation), se evidenció el problema. Esta encuesta fue respondida por 3.064 de ellos y en ella se hacían preguntas relacionadas con horas de trabajo, supervisión por parte de profesores, aprendizaje, estrés, aspectos de la residencia y preguntas acerca del sueño; se encontró que en noches de turno, sólo dormían 2 a 3 horas y solo 15 dormían 8 o más horas. Una correlación directa fue encontrada entre horas de trabajo y poco sueño, con insatisfacción en la experiencia de ser residente. La deprivación del sueño mostró que ésta limita el aprendizaje del médico, principal propósito del programa de residencia.
Residentes de primer año reportaron un promedio de 83 horas de trabajo a la semana, mientras los de segundo año 76 horas por semana. Cerca de la mitad de residentes de primer año y 1/3 de segundo año, reportaron trabajar más de 80 horas por semana. Un porcentaje de 7% de los encuestados trabaja 106 horas a la semana.
Por años se ha hablado en este país de regularizar las horas de trabajo del médico residente, y en julio de 2003, ACGME (Accreditation Council for Graduate Medical Education) decidió limitar el máximo de horas de trabajo a 80 horas por semana.
Residentes con 5 horas o menos de sueño en la noche mostraron en comparación con los que dormían más, una duplicación en situaciones que impedían un buen desempeño clínico, en 5 o más ocasiones. Estos residentes mostraron el doble de riesgo de cometer errores en decisiones médicas, de ser demandados por mala práctica médica, de haber estado expuestos a serios accidentes o lesiones, como también de haber tenido serios altercados con otros residentes, profesores o enfermeros.
En la Escuela de Medicina de la Universidad de Harvard, el doctor Charles A. Czeisler y Frank Baldino, Ph.D., argumentan que a menos horas de trabajo, aumenta el tiempo de sueño. Su argumento es que “como residente de primer año, más horas de trabajo por semana da como resultado una disminución del 19% en horas por semana de tiempo libre, pero esto fue sólo asociado a 4% menos de horas de sueño”.
Riesgos y efectos de la falta de sueño
El sueño es una obligación: no una elección. A medida que las horas de trabajo aumentan, el sueño es preservado como una gran fracción del tiempo libre. Sin embargo, sabiendo que la semana tiene 168 horas, el personal que trabaja más de 100 horas a la semana, posiblemente no pueda dormir 8 horas cada noche.
Los efectos a largo plazo por restricciones en el sueño en largos períodos de tiempo son desconocidos. Por razones éticas no se han hecho estudios de esta índole, previniendo la replicación en el laboratorio de un horario de residente.
Si se logra confirmar por medios válidos el alto porcentaje de errores médicos y accidentes que muestran encuestas y reportes, la profesión médica estaría obligada a mostrar los riesgos de una deprivación crónica del sueño, a pacientes y a médicos.
En el Hospital Brighams and Women de Boston, se realiza un estudio del sueño y horas de trabajo en los residentes del hospital, que diariamente documentan horas de trabajo y sueño, y completan cuestionarios que evidencian su estado de salud. El sueño de ellos es monitoreado por polisomnografía. Los resultados fueron publicados recientemente.
Los médicos residentes no conocen mucho más de los beneficios de un buen sueño, que el público en general. La creencia es que el médico se ajusta a sus horarios y es capaz de funcionar sin ningún problema, pero el hecho es que no hay evidencia que soporte esta creencia. En un estudio de Stroll y colaboradores en el centro de desórdenes del sueño de la Universidad de Case Western Reserve University, se demostró que en 149 médicos residentes de 6 especialidades en 5 diferentes centros académicos alrededor de Estados Unidos, la capacidad de aprendizaje y raciocinio en operaciones complejas era disminuida por falta de sueño. A su vez, esto empeoraba su capacidad de reacción al manejar un vehículo automotor, comparándose su estado con conductores en estado de embriaguez.
Esto fue confirmado por el grupo de investigación del doctor Czeiser en Harvard: Se demostró que médicos residentes están dos veces más en riesgo de sufrir un accidente después de 24 horas de turno, comparado con turnos más cortos. También demostró que los médicos después de turnos extensos, incrementan el riesgo de tener un accidente 6 veces más, y que muchos se dormían mientras manejaban su vehículo. Asimismo, se demostró que médicos con deprivación del sueño cometieron un tercio más de errores médicos durante turnos extensos, comparado con médicos en turnos más cortos.
En nuestra profesión siempre ha existido la creencia de que ciertas cosas son imposibles de cambiar, y así muchas directrices de la práctica médica son impuestas de generación en generación. Cuantas veces hemos escuchado: “Si yo lo hice, Usted es capaz”. O, “antes era mucho peor… esto ahora es un paseo”. Mucho debe cambiar entonces en nuestra profesión, y entre ellas está la necesidad y la obligación de proteger a nuestros médicos: los programas de residencia se deben responsabilizar por sus residentes, y consecuentemente, por la salud del paciente.
¿Cómo cambiar?
Disminuyendo los horarios de turno; promoviendo información de cómo aprovechar y manejar el tiempo para asegurar las horas necesarias de sueño; educando tanto a los administradores de la salud, directores de hospitales y directores de programas de residencia, en la importancia del sueño y el impacto que puede tener en el médico y en el cuidado del paciente; creando espacios en el hospital destinados exclusivamente para el descanso del médico; considerando la modificación de discusiones científicas a horarios en los cuales el médico residente pueda atender y responder a esta tarea sin dormirse; y en casos en que las situaciones sean inmodificables y se persista en horarios extensos, dar protección a médicos y transeúntes, con facilidades para el transporte de los clínicos.
Las universidades e instituciones clínicas deben empezar esta tarea muy pronto, pues como se dice, en este caso si que más vale prevenir que curar .
 
Otros artículos...
Por fallas técnicas en el nuevo proceso de compensación - Sistema de salud colombiano estuvo al borde del colapso
En el Hospital Universitario San Vicente de Paúlo - Experiencia y resultados en
Grupos Relacionados de Diagnóstico (GRD)
Torre de Babel
En el Hospital Universitario San Vicente de Paúl: Un hígado para dos - Con la técnica split, primer trasplante hepático doble en Colombia
Ronelly S.A. - 25 años al servicio de la saludo
Cooperación internacional para salud: un camino pedregoso por financiación
El racionamiento en salud
Esperanza por nuevo hospital universitario en Cartagena - La entidad ya estaría constituida en papel y tendría gerente
Cinco para el 2005: Cinco razones para perdonar
Aplazado el traslado de afiliados del régimen subsidiado
Antioquia buscaría cobertura universal en salud este año / Restringirían venta de antibióticos en Bogotá
En última ronda de negociación del TLC se definirán temas sensibles - Continúa en la cuerda floja acceso de colombianos a medicamentos en TLC
Nuevas áreas y productos en Planta Farmacéutica de Corpaúl
País & Niñez: Plan “País por la infancia”: compromiso de Colombia
Medicamentos y acciones contra tuberculosis / Certificada Clínica del Prado
Nombrada nueva gerente de Metrosalud / Cardiología de avanzada en Clínica Medellín El Poblado / En Bucaramanga Continúa transformación del Hospital Ramón González Valencia
Recuperar el sueño del médico
 
 
x

 



Arriba

[ Editorial | Debate | Opinión | Monitoreo | Generales | Columna Jurídica | Cultural | Breves ]

COPYRIGHT © 2001 Periódico El PULSO
Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción a cualquier idioma sin autorización escrita de su titular
. Reproduction in whole or in part, or translation without written permission is prohibited. All rights reserved